En Curitiba ya miran al subte, pero en Asunción insisten con metrobús

La ciudad pionera en el sistema de metrobús o bus de tránsito rápido (BTR) no escapa últimamente a serios problemas de congestión vehicular y ya está pensando en soluciones definitivas de más largo alcance.
En este caso, proyecta construir una línea de metro tipo subterráneo que será inaugurado a fines del año 2016. La primera línea tendrá una extensión de entre 14 a 21 kilómetros y atravesará toda la ciudad de sur a norte por debajo de uno de los corredores.

De acuerdo con una publicación del diario Gazeta do Povo, el principal de la capital de Paraná, los atascos en el tráfico se producen en horas de la mañana y la tarde, incluso sobre la antigua ruta nacional BR-116 que fue convertida en la “línea verde” del actual sistema de transporte público por el amplio espacio que posee.
Silvia Mara Dos Santos, de la Unidad de Relacionamiento Institucional de URBS (Urbanización de Curitiba SA), ente que regula el sistema vial, señala que los problemas de tránsito se agudizaron en los últimos años ante el aumento de la flota de vehículos particulares. De este modo, el uso del transporte público se ha reducido en Curitiba a un 48% y tiende a ir bajando.

La capital de Paraná es una ciudad cuatro veces más grande que Asunción y el éxito de su sistema de transporte metrobús se debe a sus amplias avenidas a través de las cuales se distribuyen los corredores por toda la ciudad. El sistema responde a una planificación que empezó a desarrollarse en el año 1943, hace casi 70 años.
La ciudad también tiene muy bien distribuida en toda la periferia del centro y el área metropolitana el denominado “sistema trinario”, que consiste en destinar tres grandes avenidas paralelas a cada corredor vial. Cada una de estas avenidas tiene como mínimo seis carriles, paseos y amplias veredas. La avenida central es un eje estructural que funciona en doble sentido y las paralelas sirven como vías alternativas en uno y otro sentido.
Pese a toda esta planificación, los curitibanos no son ajenos a los problemas de congestión y ahora se dotará a la ciudad de una mayor infraestructura con soluciones de largo plazo.

El mismo sistema de Curitiba se ha intentado en la ciudad de Quito (Ecuador), donde ha fracasado, así como en Bogotá (Colombia), donde el sistema también ha colapsado a once años de su implementación.
Los responsables del proyecto metrobús en Asunción siguen haciendo un intenso lobby para la aprobación del crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, sin estudiar siquiera sistemas que se están desarrollando con éxito en otras ciudades de la región y del mundo como el monorraíl o sistema de tren eléctrico en altura.