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De este monto total, lo efectivamente colocado en el periodo comprendido entre el año 2006 y el 17 de marzo del presente ejercicio asciende a más de 2.657 millones de dólares, a lo que deberán sumarse 428 millones de dólares presupuestados para su colocación en lo que resta del año.
En este lapso de diez años, solo en 2011 no se colocaron bonos, teniendo en cuenta que el fisco tenía un superávit y no requería de financiamiento con títulos de deuda, según informes de Hacienda.
A partir de 2012, sin embargo, se volvieron más frecuentes y en mayores montos el endeudamiento con bonos para cubrir el déficit que registra el presupuesto, gran parte debido a los aumentos salariales otorgados a los funcionarios y las creaciones de cargos.
En dicho año la emisión llegó a los 232,2 millones de dólares, al siguiente ejercicio creció a 740 millones de dólares y el año pasado se disparó a 1.232,8 millones de dólares, principalmente con la colocación de bonos soberanos en el mercado internacional.
La emisiones de bonos no siempre fueron para cubrir obras de infraestructura, sino también para pagar deudas con empresas internacionales como SGS y BIVAC; las deudas que tiene el Indert por expropiaciones de tierras, los pasivos con la Municipalidad de Asunción y ahora se suma la deuda del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) con el IPS, en concepto de aportes al seguro social de docentes.
El uso indiscriminado de bonos nos arrastra hacia el camino ya transitado por otros países de la región, como la Argentina, que hoy se debate con juicios y demandas en los principales centros financieros del mundo.
Los analistas económicos, como Julio Ramírez, del Cadep; y César Barreto, exministro de Hacienda, alertan sobre los riesgos del endeudamiento rápido que viene registrando el Estado y señalan que esta situación no es sostenible en el tiempo.
Saldo actual
Los bonos que fueron colocados entre 2006 y parte de 2010 ya fueron pagados, y actualmente queda un saldo de 2.311 millones de dólares (incluido el saldo de “bonos chinos”) y que a fin de año llegará, luego de las otras colocaciones previstas, a 2.664 millones de dólares.
Hacienda prevé destinar este año más de 224,7 millones de dólares solo para pagar los intereses y parte del capital de los bonos del tesoro colocados.
La pesada carga va creciendo cada vez más y se traslada a las futuras generaciones, y no se descarta que el Gobierno busque aumentar los impuestos para financiar la deuda.
Adelanto de corto plazo
A la par de la emisión de bonos del Tesoro, el Ministerio de Hacienda también viene recurriendo con mayor frecuencia a los adelantos de corto plazo del Banco Central del Paraguay (BCP).
El pasado mes había retirado unos G. 500.000 millones (US$ 104 millones) para pagar compromisos pendientes del ejercicio fiscal 2014 y con la promesa de devolver el próximo mes de abril. Según técnicos de la cartera, ya se pagaron G. 100.000 millones (US$ 21 millones) y restan G. 400.000 millones (US$ 83 millones). El adelanto se utilizó en 2013 por un monto de 1,2 billones de guaraníes (US$ 248 millones), luego en 2014 se requirieron G. 500.000 millones (US$ 104 millones) y en enero del año pasado G. 450.000 millones (US$ 93 millones).