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La instalación de asfalto en el tramo Mariscal Estigarribia-La Patria está avanzando a buen ritmo; la obra tiene un 60% de ejecución en el cronograma.
Hasta hace unos 8 meses este camino era verdaderamente infernal: 130 kilómetros se cubrían en 6 horas por las pésimas condiciones en que se encontraba.
El asfaltado desapareció por completo en esos 130 kilómetros y en su reemplazo quedaron tremendos pozos que se extendían a todo lo largo de la ruta inaugurada por Nicanor Duarte Frutos al final de su mandato.
A pocos meses de su inauguración comenzó el deterioro. Antes de dos años, la mitad del asfaltado desapareció; a los cuatro años no quedó rastro del pavimento.
Ahora la ruta se está reconstruyendo y el Estado se ve obligado a gastar dinero en una obra que ya debió estar al servicio del país.
De los 130 kilómetros que separan Mariscal Estigarribia de La Patria, solo 15 siguen en pésimas condiciones. Los trabajos están avanzando a buen ritmo y en algunos sitios ya se puede circular sobre la ruta mientras que en otros se emplea un camino auxiliar de tierra.
El otro tramo conflictivo era el ramal La Patria-Infante Rivarola, de 120 kilómetros. El trazado está reparado en toda su extensión y se lleva adelante el recapado final. El sector esta en buenas condiciones para el tráfico.
Con posterioridad quedará pendiente señalización y pintura, tarea de gran importancia sobre todo para la circulación nocturna.
La ruta Transchaco es fundamental para fortalecer el comercio bilateral con Bolivia, de hecho, es el único país con el cuál tenemos superávit.
Por otro lado, el 90 por ciento del gas que consume nuestro país es de origen boliviano, ingresa por Infante Rivarola y llega hasta Asunción transportado en grandes camiones, de allí la importancia de la ruta Transchaco para unirnos con Bolivia.
También avanzan los baches
Así como avanzan las obras entre Mariscal Estigarribia e Infante Rivarola también se extienden los baches.
La Transchaco se encuentra destrozada en el trayecto Río Verde-Tte. Irala Fernández.
En este trazado, de unos 130 kilómetros, no se puede hablar de ruta asfaltada: hay pozos semejantes a cráteres; son 100 kilómetros infernales y sobre todo peligrosos.
Hace unos ocho meses se llevó a cabo una reparación pero sirvió de poco porque los cráteres quedaron al descubierto de nuevo.
Esta reparación no fue gratis, pero ya no hay huellas de los trabajos realizados.
En ABC Digital incluimos un material audiovisual sobre el estado en que se encuentra la Transchaco.
roque@abc.com.py