Falta de transparencia de la ANNP facilitaría negociados en Paranaguá

Cargando...

La falta de transparencia en el manejo de la ANNP es  el caldo de cultivo de los negociados del pasado y los que podrían continuar perpetrándose, tanto en la terminal granelera como en el depósito franco ubicados en Paranaguá. Las oscuras inversiones en ambos locales estarían gestando potenciales negociados, que aún pueden atajarse  para evitar mayores perjuicios al Estado paraguayo.

Los negociados que se perpetraron en dependencias de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) ubicados en Paranaguá, Brasil, podrían reeditarse en un futuro cercano si no se transparenta la gestión de esa dependencia oficial.

Tanto en el local de depósito franco o "entreposto", como en la terminal granelera  se realizan actualmente oscuras inversiones, que podrían ser la pantalla de negociados que perjudicarían al Estado Paraguayo.

En lo que respecta al "entreoposto", la actual cúpula de la ANNP, encabezada por Vidal Francia Zaracho, ha realizado  inversiones poco claras,  por un moto superior a los G. 1.025 millones, en un local que se tendrá que desalojar ante las exigencias de autoridades brasileñas, cansadas de la inacción y desidia de más de 30 años de los responsables.

El entreposto es un local cedido gratuitamente a la ANNP por la Administración de Puertos de Paranaguá y Antonina (APPA) en virtud del acuerdo entre Paraguay y Brasil de 1956.

Dicho lugar consta de edificios de administración, grandes depósitos y un patio de maniobras de unos 9.000 metros cuadrados.

Pese a los años de ocupación paraguaya –por lo menos desde 1996– las instalaciones nunca fueron mantenidas como se debe y mucho menos adecuadas a las continuas exigencias del comercio internacional.

En junio del 2010, ABC Color publicó una serie de notas periodísticas en las que se denunciaba el estado de abandono calamitoso, producto de la desidia de las sucesivas administraciones de la ANNP.

Inclusive se publicaron documentos que evidenciaban una "tragada" de unos G. 1.000 millones, perpetrada durante la gestión del delegado administrador Vicente Samudio Benítez.

Dicho  funcionario público "facturaba" multimillonarias reparaciones no ejecutadas ("fantasmas") para el mantenimiento adecuado de dichas instalaciones.

La denuncia de este diario incluía reproducciones de recibos y facturas fabricadas e ilegales de supuestas empresas encargadas de las reparaciones que solo existían en los papeles.

Ante la indiscutible  evidencias, sugestivamente  lejos de tomar medida, la actual administración que encabeza Vidal Francia Zaracho lo mantuvo cinco meses más en el cargo (por lo menos hasta noviembre del 2010 (ver fecha de la nota de la APPA reproducida).

Además, y sospechosamente, un mes y medio después de las denuncias de ABC Color, el 27 de julio del 2010, la actual cúpula de la ANNP le entregó a Samudio Benítez nada menos que otros G. 271 millones para mas obras y reparaciones.

Pasaron casi ocho meses de su cambio para que la ANNP apenas le iniciara un juicio civil (no penal) para recuperar el dinero desviado, algo difícil de lograr a la vista de antecedentes similares.

Pero lo peor aún es que ante la inminencia del desalojo (ver mismo facsímil), la ANNP invirtió (sin licitación)  G 1.025 millones más en obras en su mayor parte inútil  pues  se deberá abandonar muy pronto  el local.

La terminal granelera

En lo que respecta en este local, la actual sublocataria Centrosul –a través de un contrato con   la voraz Capeco– está realizando algunas obras sin que cuente con la autorización la cúpula de la ANNP (que  está en conocimiento de las inversiones).

Se corre el riesgo que estas inversiones sean utilizadas nuevamente como pretexto por la Capeco para negociar una nueva extensión de la oscura concesión del local luego de una sospechosa prórroga hasta el 2.013.

En el pasado ya usaron el mismo mecanismo para seguir lucrando a  espaldas de la ANNP, la verdadera propietaria. Actualmente, la Capeco se embolsa  US$ 1,68 por ton. cargada, de los cuales solamente paga US$ 0,30 por ton. a la ANNP, la verdadera dueña de las instalaciones (¿?).

Primeramente, la Capeco explotó las instalaciones de la ANNP desde 1984 con un contrato de 20 años.

Sin embargo, con un "favorable" cambio de fecha de inauguración de la terminal granelera ("mudaron" a 1988) extendieron el contrato hasta el 2008. Pero, Con una voracidad sin límitez –ya que Capeco lucra con la simple intermediación– extendieron (ya en el 2005 y durante la gestión de Oscar Navarro al frente de la ANNP) hasta el 2013. Como pantalla legal de dicha oscura prórroga se argumentaron "inversiones" que en realidad realizó la subarrendataria. Ahora que se están realizando obras con financiamiento de la nueva subarrendataria, Centrosul, existe el riesgo de argumentar lo mismo.
Enlance copiado
Content ...
Cargando ...