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En nuestro mercado las denuncias provienen del sector automotor.Ponce García explicó que solo en Estados Unidos los fraudes significan una pérdida anual de US$ 80.000 millones, mientras que en España ronda los 743 millones de euros.
Entre los fraudes más comunes están los que se perpetran en los seguros médicos, autorrobos y destrucción de vehículos, indicó.
Otros frecuentes engaños son el reporte de propiedades inexistentes, la exageración de los reclamos, robos con allanamiento de propiedades, inflación de costos de reparación, incendios provocados, robos de mercaderías, pluralidad de seguros para lograr más de una indemnización.
Ponce añadió que como consecuencia directa del fraude, las compañías se ven obligadas a subir el monto de las primas para recuperar de alguna forma el monto defraudado por sus propios clientes.
También suben las prestaciones alimentarias y se elevan las atenciones médicas innecesarias.
Entre las acciones para evitar ser estafados por los asegurados, Ponce recomendó una capacitación constante a los liquidadores de siniestros, inspecciones físicas previas y conocer más al cliente y sanciones más severas para los que infringen las normativas.
Autos, el más castigado
A su turno, Jorge Patricio Pereira, presidente de AIDA Paraguay, resaltó que en nuestro país también cobra fuerza este delito, reportándose la mayor parte de los casos en el sector de automóviles, por ejemplo, cuando denuncian un robo de vehículo, que en realidad no se produjo y la autodestrucción del mismo.
"Lamentablemente, en nuestro país el negocio de frontera de vehículos está muy acentuado, entonces el vehículo va a parar a otros países y aquí lo denuncian como robado", dijo e insistió en que es el caso más frecuente y casi todas las aseguradoras reportaron casos de esa naturaleza.
Cantidad de rodados
Ferreira comentó que en el país existen aproximadamente 800.000 unidades, de los cuales solo el 20% tiene un seguro. Mientras que la frecuencia de fraude es del 10% de los siniestros reportados en las aseguradoras locales.
En nuestro mercado, la ley aplicable al fraude en el seguro es el Código Penal, específicamente bajo la figura de lesión de confianza (estafa), concluyó.
Los intentos de fraudes para cobrar a las aseguradoras son cada vez más frecuentes, el hecho que causó grandes pérdidas en los últimos años se advirtió en el congreso internacional de seguros, que finalizó en Asunción.
Entre los fraudes más comunes están los que se perpetran en los seguros médicos, autorrobos y destrucción de vehículos, indicó.
Otros frecuentes engaños son el reporte de propiedades inexistentes, la exageración de los reclamos, robos con allanamiento de propiedades, inflación de costos de reparación, incendios provocados, robos de mercaderías, pluralidad de seguros para lograr más de una indemnización.
Ponce añadió que como consecuencia directa del fraude, las compañías se ven obligadas a subir el monto de las primas para recuperar de alguna forma el monto defraudado por sus propios clientes.
También suben las prestaciones alimentarias y se elevan las atenciones médicas innecesarias.
Entre las acciones para evitar ser estafados por los asegurados, Ponce recomendó una capacitación constante a los liquidadores de siniestros, inspecciones físicas previas y conocer más al cliente y sanciones más severas para los que infringen las normativas.
Autos, el más castigado
A su turno, Jorge Patricio Pereira, presidente de AIDA Paraguay, resaltó que en nuestro país también cobra fuerza este delito, reportándose la mayor parte de los casos en el sector de automóviles, por ejemplo, cuando denuncian un robo de vehículo, que en realidad no se produjo y la autodestrucción del mismo.
"Lamentablemente, en nuestro país el negocio de frontera de vehículos está muy acentuado, entonces el vehículo va a parar a otros países y aquí lo denuncian como robado", dijo e insistió en que es el caso más frecuente y casi todas las aseguradoras reportaron casos de esa naturaleza.
Cantidad de rodados
Ferreira comentó que en el país existen aproximadamente 800.000 unidades, de los cuales solo el 20% tiene un seguro. Mientras que la frecuencia de fraude es del 10% de los siniestros reportados en las aseguradoras locales.
En nuestro mercado, la ley aplicable al fraude en el seguro es el Código Penal, específicamente bajo la figura de lesión de confianza (estafa), concluyó.
Los intentos de fraudes para cobrar a las aseguradoras son cada vez más frecuentes, el hecho que causó grandes pérdidas en los últimos años se advirtió en el congreso internacional de seguros, que finalizó en Asunción.