Gestionar la felicidad laboral no es un gasto, sino una inversión clave

Apostar por la “felicidad” de los trabajadores en las empresas no puede considerarse como un gasto, sino como una inversión clave, que exige un cambio de mentalidad empresarial, afirmó el colombiano Dr. Ignacio Gaitán Villegas, en esta entrevista exclusiva con nuestro diario. Añadió que el respeto se gana hoy más con el ejemplo que con el autoritarismo.

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–Este tema de la “felicidad en las empresas” es algo nuevo en Paraguay ¿En qué consiste?

–La noticia es que también es nuevo en la mayoría de los países latinoamericanos. De pronto, en los países anglosajones, como Estados Unidos, ha avanzado mucho más. Casi durante todo el siglo pasado y principios de este, las organizaciones se enfocaron en los procesos de operación, donde lo importante eran las máquinas, las especificaciones de calidad, etc. El mundo ha empezado a moverse hacia los servicios, solo miremos los datos económicos: Hace 20 años, el 70% de mercancía que se comercializaba en el mundo era bienes. Hoy son servicios.

–¿Cuál es la importancia del crecimiento del sector servicio?

–Cuando el mundo se empezó a enfocar en este rubro, los más importante comenzaron a ser las personas, ya no las máquinas ni las líneas de producción. Cuando eso sucede se vuelve un reto para las compañías que venían acostumbradas a mirar a las personas más desde el punto de vista de operarios y no en su desarrollo como personas. Y comienzan a preguntarse qué hacer con personas que hoy están enfocadas a un mundo mucho más comunicado, donde tienen la información en la mano, donde viajar al extranjero ya no es tan complicado como antes; donde un joven de 20 años compra un tique y va para la India, donde puede vivir un mes con 200 dólares. Todo ese cambio en la lógica de la macroeconomía mundial hizo que se enfocaran en las personas humanas. Digamos que ese es el primer antecedente.

–¿Qué ocurrió luego con ese cambio de paradigma?

–Nacen muchas escuelas positivas, sobre todo en las universidades norteamericanas, particularmente en las escuelas de sicología positiva, en las que se ha llegado a la conclusión de que si se gestiona a las personas de una manera más proactiva, más positiva, van a tener mejores resultados. Entonces comenzaron a realizar estudios, trabajos de campo de lo que pasaba si se gestionaba en las personas la felicidad, y empezaron a encontrar equipos más productivos, gente más comprometida, menos rotación; es decir, gente que se quedaba más en las compañías y no salían. Además, se empezó a ver que el dinero no era la única forma de estimular, sino que habían otras cosas como, por ejemplo, el preocuparse por sus familias, instalar guarderías en los lugares de trabajo, etc. Es decir, son varias maneras de decirle a la gente “usted existe”.

–¿En ese contexto, cómo se desarrolla la “gerencia de la felicidad”?

–Con estos cambios, el empleado pasa de ser invisible a ser visible en la empresa, pasa de ser un operario a ser “la razón de ser” de la empresa. Entonces, allí viene ya todo el desarrollo de la “gerencia de la felicidad”. Lo más novedoso en algunas empresas es la creación de un “Departamento de la Felicidad”, que es el máximo nivel de sofisticación del proceso. En Bogotá (Colombia) tenemos varios, y la idea es traerlos al Paraguay con la Universidad Columbia.

–¿Cómo una empresa puede buscar la felicidad de sus empleados?

–Se tiene que hacer muchas cosas. No es tan sencillo. Primero, hay que identificar las necesidades de los empleados, que son distintas de una empresa a otra. Por ejemplo, en Colombia hay una empresa que identificó que el 70% de sus empleadas eran madres solteras, y en un estudio que hizo encontró que cuando salían del trabajo, iban a realizar labores del hogar: lavar ropas (manualmente) y a plancharlas, lo que les llevaba mucho tiempo. Entonces, la empresa decidió regalar a cada empleada un lavarropas.

Con esto logró darles dos horas libres cada día para dedicarse a sus hijos; por tanto, el bienestar de esas personas creció sustancialmente y llegaban al trabajo menos cansadas y eran mucho más productivas.

–¿Qué pasa cuando muchos empresarios ven esto más como un gasto que están dispuestos a asumir?

–Te agradezco mucho la pregunta, que si la pones te la voy a agradecer. ¿Tú creerías que si esas personas son más productivas es un costo o una inversión? Hoy día hay un sinnúmero de empresas que han invertido en las personas, y si lo miramos desde lo económico, han logrado mayores niveles de rentabilidad.

Currículo del entrevistado

El Dr. Ignacio Gaitán Villegas (PhD) es abogado de la Universidad Sergio Arboleda de Colombia, con posgrado en derecho público y económico, y en derecho comercial y financiero, de la misma universidad. Es además máster en administración de empresas y liderazgo de la Universidad de San Pablo, y PhD de la Swiss Management Centre. Además es especialista en habilidades directivas, negociación e inteligencia relacional, gerencia y felicidad, entre otros temas. Es actualmente decano de la Universidad Sergio Arboleda, y docente de varias universidades de todo el mundo. Asimismo, uno de los principales referentes de CNN.

jfleitas@abc.com.py

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