La Fenaprofhp construye en Ybycuí una futura escuela agrícola modelo

Pese a la orden de no innovar –por encontrarse procesado por una supuesta y colosal estafa– Silvio Riveros continúa con la construcción de bungalow y siembra de productos hortícolas en su propiedad de Ybycuí. Tiene pensado junto con Lidio Irala, su socio, habilitar una escuela agrícola. Riveros e Irala son el presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay (Fenaprofhp).

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La propiedad, de 180 hectáreas, se encuentra en el kilómetro 115 sobre el ramal Carapeguá-Ybyucuí. Pagó por ella, al contado, tres mil doscientos millones de guaraníes en mayo del año pasado. En ese mismo mes, Riveros fue beneficiado por el exministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Rody Godoy, con más de cinco mil millones de guaraníes. Por los antecedentes de Riveros de como había gastado el dinero público, es de presumir que el terreno en Ybycuí lo compró con el dinero que debía ser destinado a los pequeños productores.

El 7 de mayo de 2013, por resolución número 671, el ministro Rody Godoy dispone que se le entreguen a la Fenaprofhp G. 1.050.000.000 (Un mil cincuenta millones) ”considerando que la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas y otros del Paraguay cuenta con 197 comités, situados en los departamentos de Caaguazú, Caazapá, Itapúa, Concepción, San Pedro, Guairá y Canindeyú”.

El mismo ministro, por resolución número 755, del 23 de mayo de 2013 se le entrega a Riveros
G. 4.362.779.244 (cuatro mil trescientos sesenta y dos millones setecientos setenta y nueve mil doscientos cuarenta y cuatro). Es para “el financiamiento de proyectos” de la Fenaprofhp.

De acuerdo con los documentos presentados en su acusación por el Ministerio Público, los 197 comités nada recibieron, pero en la supuesta rendición de cuentas figuran los insumos comprados y distribuidos. Esta situación no era sino la repetición irregular del cuantioso dinero público supuestamente dirigido a los comités de productores.

En cuanto a la justificación expresada en la resolución 755 para “financiamiento de proyectos”, es otra de las anormalidades consentidas por los funcionarios del MAG, desde el ministro para abajo.

Los tales proyectos nunca existieron de acuerdo con las normativas del mismo Ministerio de Agricultura para el desembolso de los recursos. En todos los casos primero se retiraba el dinero y luego se presentaban los remedos de proyectos. Para peor, la mayoría de las veces los tales “proyectos” se presentaban con otro remedo: la rendición de cuenta.

Así tenemos que el 7 de mayo se firmó la resolución por la que se entregaron un poco más de mil millones de guaraníes, pero recién en julio se presenta el “Contrato de prestación de servicios” según el cual se contrata “el servicio de la consultora (de Ceferino López Romero) incluye la elaboración de cinco proyectos (en la suma de 81.145.000 de guaraníes) de acuerdo al pedido realizado por los comités que se presentó a la Fenaprofhp, la preparación y rendición de cuentas y la presentación en tiempo y forma a los estamentos establecidos...”. ¡En tiempo y forma dos meses después de recibido el dinero!

Lo mismo pasa con la resolución del 23 de mayo que otorgó un poco menos de cuatro mil quinientos millones de guaraníes a la Fenaprofhp que entregó también en julio el “contrato de prestación de servicios” firmado también con López Romero supuestamente por la elaboración de 14 proyectos, en la suma de 370.309.244 guaraníes.

Dicho así pareciera que se han elaborados 19 proyectos. Pero la fiscalía comprobó que ha sido solo uno repetido 18 veces, a igual que todos los demás proyectos presentados al MAG antes y después de mayo del año 2013.

¿Otra “escuela agrícola”?

El 16 de mayo de 2012 se firmó un convenio de cooperación entre el ministerio de Agricultura y Ganadería, representado por su titular Enzo Cardozo, y la Federación de Productores Frutihortícolas del Paraguay, representado por Silvio Riveros y Lidio Irala.

La finalidad del convenio era el de generar y desarrollar las condiciones para que los productores puedan acceder a los servicios institucionales que faciliten la producción de alimentos inocuos, de calidad para el autoconsumo y para el mercado, con lo que se incrementaba su participación en el abastecimiento de la demanda interna y externa de rubros de renta, según el documento.

En el marco de este convenio –a más de los casi setenta mil millones de guaraníes desembolsados– el 27 de setiembre de 2012 Silvio Riveros y Julio C. Vargas, firman un “Acta de entrega y recepción de bienes”. Fue en Ybycuí en el local de la Koica.

En la Koica –un proyecto coreano de 60 hectáreas denominado Centro Tecnológico– se venía capacitando a jóvenes agricultores hasta que el MAG se hizo cargo de todas las actividades del Centro. Sin la Koica, el sitio pronto se convirtió en una tapera. Fue cuando el comité “Nuevo Horizonte”, de Acahay, con 12 miembros, consiguió el permiso ministerial para trabajar la tierra. Cuando limpiaron un poco más de una hectárea para el cultivo de hortalizas, aparece Silvio Riveros que les conmina a abandonar el sitio, ya trabajado, para que se vayan más al fondo. De nuevo se inicia la tarea de limpieza y de nuevo se les orden que se muden.

Sucede que Riveros había firmado un convenio con el MAG según el cual el antiguo proyecto de la Koica quedaba bajo su administración. Capacitaría a los agricultores en el rubro frutihortícola, pero fueron utilizados como peones en la tarea particular de Riveros. Poco tiempo después Riveros deja la Koica, pero llevándose las máquinas agrícolas de la institución.

En la mencionada “acta de entrega” los bienes se referían a 1 tractor, una rastra aradora de 16 discos, con ruedas para transporte, hidráulico; un fumigador de fertilizantes; bomba de agua; excavador manual; cachapé con rueda sencilla y un cultivador.

De acuerdo con el documento, Silvio Riveros se hará cargo de tales maquinarias hasta el pasado 14 de setiembre. Ningún comité de agricultores ha tenido acceso a estos implementos.

Existen razones suficientes para sospechar que las maquinarias del MAG siguen en poder de Riveros que las estaría utilizando sin ningún inconveniente en su finca de Ybycuí, que da frente al predio de la Koica, ruta de por medio.

Transferencias irregulares

Los exministros del MAG Enzo Cardozo y Rodi Godoy transferían grandes sumas de dinero a la Fenaprofhp –supuestamente para la producción de piña, repollo, locote, tomate, cebolla, entre otros rubros– sin ningún estudio de factibilidad según se desprende de un informe de la Dirección General de Planificación y la Unidad de Estudios Agroeconómicos, arrimado por el Departamento Jurídico del MAG a la Unidad Penal Nº 11 de Delitos Económicos y Anticorrupción.

En ese informe se lee que “para realizar un estudio de factibilidad de producción hortifrutícola se requiere que el mismo contemple como estructura de los proyectos las siguientes partes: un estudio de mercado (que tiene como finalidad determinar si existe o no una demanda que justifique, bajo ciertas condiciones, la puesta en marcha de un programa de producción de ciertos bienes o servicios en un espacio de tiempo). Un estudio técnico (que tiene por objeto proveer información para cuantificar el monto de las inversiones y costo de las operaciones pertinentes a esta área); y por último, el estudio financiero (que tiene por objeto ordenar y sistematizar la información de carácter monetario que proporcionaron las etapas anteriores, elaborar los cuadros analíticos y antecedentes adicionales para la evaluación del proyecto y evaluar antecedentes anteriores para evaluar su rentabilidad”.

Da la impresión que la prioridad era desembolsar el dinero público por encima de toda norma que rige para estos casos. La consecuencia está a la vista: los directivos de la Fenaprofhp, y seguramente otras personas, están exhibiendo su poderío económico. Menos mal que sus actos están limitados por órdenes judiciales.

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