La Senavitat castigará a la industria local, se quejan

La Mesa Sectorial de la Construcción de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), compuesta por 13 gremios del rubro, sostiene que la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) terminará entregando casas prefabricadas, porque se verá obligada a hacer “a los apurones” un trabajo que debió comenzar a principios de este año. “Es un castigo a la industria nacional”, dicen. En la edición de ayer publicamos los cuestionamientos de esta Mesa Sectorial a la Senavitat que hicieron el lunes último a la directora de administración y finanzas del ente, Arq. Cristina Quiroga, en el marco de una reunión.

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El principal blanco de las críticas fue el Servicio de Asistencia Técnica (SAT), integrado por empresas tercerizadas que, según la queja, contrata “discrecionalmente” para gestionar el Fondo Nacional de la Vivienda Social.

Además del SAT, trataron otro tema conflictivo, al menos con el sector de la construcción: el de viviendas prefabricadas, que utiliza materiales importados “en detrimento de la industria cerámica”, según dijeron.

César Ayala, de la Cámara Paraguaya de la Industria Cerámica (CPIC), preguntó a la Arq. Quiroga por qué Senavitat insiste con ese tipo de viviendas, “sabiendo que con su construcción no se promueve la mano de obra local y ni siquiera es más barata”.

Añadió que el ministro Francisco Knapps mintió al decir que las casas prefabricadas están avaladas por el Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN), ya que él mismo se fue a verificar ese dato y le dijeron que eso no es real. “¡Nos miente! Creemos que hay negociados porque siempre se esconde, porque Knapps se niega a recibir a los gremios”, expresó Ayala.

La directora de Senavitat reconoció que con las viviendas prefabricadas no hay un costo menor, sino que “realmente, en el tiempo es lo que se gana”; pero no respondió sobre el supuesto aval del INTN.

Pedro Manuel Duarte, del Centro de Contratistas Eléctricos, afirmó que si el problema es el tiempo, “no hay por qué castigar a los ceramistas y a ningún productor nacional. Basta con empezar a licitar a inicios de año y dejar que el constructor haga su trabajo, en el plazo establecido”.

En ese sentido, Jorge Regueiro, de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), indicó que la principal equivocación de Senavitat es pretender hacer “a los apurones” lo que no se hizo en todo el año. “No se puede esperar que pasen seis meses y luego apurar a fin de año”, reiteró.

Luis Tavella, vicepresidente de UIP, afirmó que si una obra se licita y se adjudica en diciembre, “no se va a poder poner una sola piedra”, en el mismo año. Primero hay que dar trabajo a la industria nacional, que implica usar materiales “tradicionales” (ladrillo, tejas, etc.) y ser eficientes en la gestión, puntualizó.

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