Las Tacuaras invierte para ser más competitiva sin olvidar a la comunidad

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Conscientes del rol que una empresa pueden  cumplir para el desarrollo de la comunidad en  la cual se inserta, directivos del grupo Las Tacuaras  que comercializa sus productos con la marca Nutrihuevos, invierte   no solo para ganar  mercados, sino también en   programas de responsabilidad social. Su fuerte compromiso  en esta área les valió un reconocimiento de la ADEC.

 

Con casi cuarenta años de trayectoria, el grupo Las Tacuaras se ha consolidado como una de las mayores productoras de huevos en nuestro país. La empresa tiene 30% de participación en el mercado, el mismo porcentaje que su competidora Yemita con la cual lideran en este rubro.   

La planta industrial situada en Villeta trabaja con tecnología de punta. De hecho en  2007 la ADEC la premió en la categoría "Eficiencia y efectividad de clase mundial".

El establecimiento de Nutrihuevos tiene una capacidad de alojamiento de 300.000 aves en cría y 800.000 en producción que les permite poner en el mercado 45.000 docenas de huevos por día.   

Según Gustavo Koo, director de la firma, en un par de meses obtendrán la certificación ISO 22.000 (referente a Sistemas de Gestión de Seguridad Alimentaria) que podría abrirles las puertas a la exportación de sus productos.   

"Mientras tanto, lo que queremos es que aumente el consumo a nivel país. El consumo nacional es de 128 huevos per cápita por año, que es muy bajo. En países como Japón o Estados Unidos y en casi toda la Unión Europea se consume más de 300 huevos per cápita. Hay mucho camino por recorrer", dijo.   

Agregó que la FAO recomienda consumir un huevo por día por ser uno de los alimentos más completos. Por esta razón, los productores de huevos realizan una campaña para educar a los consumidores para reivindicar al huevo y contrarrestar esa fama de que es dañino porque produce colesterol.   

"En Paraguay, con una importante población de escasos recursos, el huevo sigue siendo un alimento barato y muy completo. Un niño que consuma un huevo por día está prácticamente satisfaciendo todos sus requerimiento nutricionales", aseguró Koo.   

El huevo prácticamente mantiene su precio, aunque este año tuvo un aumento histórico alrededor del 30%, debido a que los precios de los granos se dispararon incrementando los costos de producción. Pese a esta circunstancia sigue siendo un producto accesible.

Koo explicó que el 70% del costo de producción es el alimento balanceado que Las Tacuaras elabora en la misma planta industrial y garantizar los niveles nutricionales de la producción. "El 60% de este alimento está conformado por maíz y el 25 ó 30% es soja. Que esos dos productos hayan tenido precios récord afecta nuestros costos. Incluso, pequeños productores no aguantaron la presión y comenzaron a deshacerse de sus aves porque no les era rentable".   

La empresa importa los pollitos de la raza Hy Line Brown de Brasil. "Lastimosamente para la parte ponedora no incubadoras de pollitos en Paraguay. Solo se justificaría incursionar en este rubro si tuviéramos más de 2 millones de aves en producción".   

La planta industrial cuenta con una fábrica de reciclado de cartón que produce 20.000 planchas por día para envasar los huevos. Antes tenían un proveedor local que para el secado de los cartones usaba aserrín. Sin embargo, a medida que el dolar y la exportación de pisos parquet bajaba, la materia prima para el secado era escasa y se vieron obligados a importar de Argentina. "Luego vimos que era más conveniente montar nuestra propia fábrica y usar materia prima y mano de obra local", indicó.   

Las Tacuaras tiene 110 funcionarios de los cuales 70 están en la planta industrial. Lleva invertidos en la planta industrial entre obras civiles y maquinarias más de 20 millones dolares y apuesta a seguir creciendo.

La empresa

 

Las Tacuaras, que  produce y vende los productos Nutrihuevos,  fue fundada en 1970 por don Antonio Koo. Comenzó con la cría de pollos parrilleros en un galpón alquilado en San Lorenzo.   

 

En 1973 con la adquisición de una granja en San Lorenzo, la empresa monta su primer establecimiento cambiando de rubro con la cría de gallinas ponedoras.   

En 1997,  los hijos de don Antonio asumen la dirección del negocio e inician la construcción de una moderna planta industrial en un predio de 86 hectáreas en la zona industrial de Villeta.


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