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Por ese motivo, un crédito en un banco o en una financiera costaría más que en el presente mes. Además, es la tasa más alta desde julio de 2013, cuando el tope fue de 57,33%.
Cabe recordar que en las últimas revisiones de la política monetaria, las tasas permanecieron estables en 6,75%, que en opinión del sector empresarial están todavía en un elevado nivel, hecho que les permite acceder a créditos más baratos, al menos en lo referente a los préstamos de consumo.
Los productos más caros, cuyas tasas alcanzan el tope, son los considerados más riesgosos para el negocio, como las tarjetas de crédito y los préstamos personales. Estos productos suelen alcanzar el techo permitido por el BCP o están al borde de la tasa considerada usuraria.