LOS LECTORES OPINAN

Cavilosa duda
Aníbal Reinaldo Pangrazio

Los paraguayos, que acostumbramos ser exageradamente complacientes con nuestros amigos y correligionarios para aplacar las críticas cuando meten la pata, expresamos con mucha frecuencia la frase dicha por Jesucristo: “Que tire la primera piedra aquel que está libre de pecado”.

¿Será que cuando este la proclamó lo hizo con la intención de silenciar las reprobaciones afines y camaradas y evitar alborotos sociales en contra de las grandes inequidades existentes en el mundo?
¿Recuerdan a la mujer arrepentida que fue sorprendida en infidelidad? Jesús se fue al monte de los Olivos. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles. Los maestros de la ley y los fariseos llevaron entonces a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola en medio del grupo le dijeron a Jesús: Maestro, a esta mujer se le ha sorprendido en el acto mismo de adulterio. En la ley Moisés nos ordenó apedrear a tales mujeres. ¿Tú qué dices? Le estaban tendiendo una trampa, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús se inclinó y con el dedo comenzó a escribir en el suelo. Y como ellos lo acosaban con preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: “Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.

En tiempos actuales, ¿no será que la trampa es tendida en contra de los oprimidos y a favor de los modernos fariseos hoy denominados políticos? Los antiguos eran miembros de una antigua secta judía que aparentaba austeridad, pero que en realidad no seguía el espíritu religioso. Los antiguos fariseos tenían fama de falsos, como los actuales.

En el caso de Jesús, que no ha venido al mundo a condenar, sino a rescatar al hombre del pecado y los engaños, y darles ánimo para no desesperar, se puede entender el mensaje de amor y perdón contenido en su frase, a la adúltera retractada. Respecto de nuestros remozados fariseos, ¿debemos acaso callar para salvarlos del menosprecio, pese a que con sus conductas, condenen a vivir en la miseria a una mayoría de gente mucho menos incorregible que ellos? La consecuencia inmediata del silencio y el perdón es el propósito de enmienda y lo lógico sería que cambien aquellos que han sido perdonados. Si ello no ocurre, ¿nos obligaríamos a mantener mutismo y quietud?

No concibo cómo requerir en nombre de Dios, tolerancia y mansedumbre a los ciudadanos que están cansados de las incontables falacias e impenitencias de nuestros modernos fariseos. Luego de más de 2.000 años, seguimos comportándonos como los mismos, celosos custodios de las leyes judías, a quienes les preocupaban más los pecadillos de los desposeídos que los pecados de los poderosos, y para peor, debemos permanecer taciturnos y mansos.

Accidentes
Leyvis Luis Valdes López

Escribo pues estoy muy preocupado por la seguridad de los que vivimos por la zona de República de Colombia y Paraguarí, pues hace menos de un mes que estamos por esta zona y en ese periodo han ocurrido 3 accidentes de tránsito que por suerte no han dejado víctimas fatales, pero sí daños materiales. Lo más preocupante es que vecinos que llevan más tiempo en el sitio me aseguran que siempre han ocurrido muchos accidentes en esa esquina y nadie hace nada por resolver el problema.

Cómo es posible que los que tienen que resolver esta cuestión no hagan nada pues ni una simple señal de “Pare” existe en la esquina, será que tiene que morir alguien para que se resuelva, ¿será tan difícil poner una señal, hacer una lomada, o poner un semáforo?

Hace muy poco ocurrió el accidente del futbolista y una señora, y en la noche del mismo día ocurrió otro. ¿Cuántos más tendrán que pasar? Hasta cuándo uno irá a la despensa de la esquina con miedo a ser atropellado por un vehículo, pues por suerte en ningún caso había ningún transeúnte en ese momento, pero es el que más peligro corre.