Mejorar la educación depende de una visión país que hoy no existe

Hay esfuerzos para mejorar la educación en Paraguay, pero son aislados y carentes de una visión país de largo plazo y que responda a la pregunta de qué tipo de profesionales lanzar al mercado, afirmó el presidente de Desarrollo en Democracia (Dende) y miembro de “Juntos por la Educación”, Alberto Acosta Garbarino.

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–¿Cómo ve el sistema educativo de nuestro país?

–Creo que todos somos conscientes de que Paraguay es uno de los países con mayor déficit en calidad educativa. Le suelo decir a la gente que no hace falta ir a países como Noruega o Suecia para ver la diferencia. Al cruzar a Corrientes, Formosa o Misiones (Argentina) uno ya puede escuchar la diferencia abismal entre el nivel educativo de una empleada de una tienda o de un mozo de restaurante con lo que tenemos en Paraguay.

–Mucho ya se ha hablado de que el gran déficit paraguayo es la educación, pero falta acción...

–La palabra educación es muy amplia, y allí podríamos preguntarnos para qué cosas sería necesario mejorarla. Yo creo que básicamente se están haciendo esfuerzos, pero evidentemente hay mucho por hacer. La educación del siglo XXI es de varios niveles. La educación para saber hacer cosas ya no es una educación enciclopédica que no responde a la pregunta de qué es lo que el profesional sabe hacer.

–¿Y qué tipo de educación o capacitación es necesario para nuestro país?

–Sobre todo si el Paraguay quiere iniciar un proceso de industrialización debe responder a la pregunta de cómo se quiere hacer, eso es fundamental. Si se quiere una educación para que la gente sepa hacer cosas, manejar máquinas, equipos, cosas concretas, entonces allí entramos en un campo que no es la formación enciclopédica, sino técnica.

–¿Cómo ve en el aspecto técnico?

–Yo creo que allí tenemos un déficit grande, la mayoría de nuestra gente quiere seguir solo carreras universitarias, en su mayoría de áreas sociales, cuando que el país necesita gente para áreas técnicas, principalmente vinculadas a actividades agropecuarias y a una industria que todavía no es de alta tecnología, sino una muy intensiva en mano de obra. Entonces, allí hay un campo enorme que Paraguay debe trabajar; es decir, en la formación de gente técnica. El otro tema es la educación para el desarrollo, para la formación de la gente que va a ocupar los cargos más altos. La gente debe darse cuenta de que no solamente es importante ser abogado, administrador de empresas o economista, sino que hoy cada vez más se necesita entender la complejidad del mundo, la política, la economía, etc.

–¿Usted ve que se está apuntando hacia allí o no?

–Yo creo que hay esfuerzos, algunos individuales, en esas líneas, pero evidentemente son insuficientes, faltan una visión y una coordinación. Es muy amplio hablar de educación sin tener una visión país de largo plazo, que responda a la pregunta de para qué tipo de país se le quiere formar a la gente. Y si no podemos responder a esa interrogante, mal vamos a poder tener un sistema educativo que le sirva al Paraguay. Si cada uno estudia lo que quiere, vamos a llenarnos de abogados y no va a haber gente que aporte al desarrollo del país, tal como está sucediendo hoy.

–¿Quién tiene que ver y liderar los procesos de cambios?

–Básicamente, la clase política y dirigente debe liderar una visión país. Además, la gente que está en la función pública, los líderes gremiales, empresariales y sociales. Todos juntos deberíamos construir una visión colectiva de país. Hoy todos hablan de cosas diferentes; o sea, allí hay gente que todavía cree que hay que repartir nomás. Paraguay tiene que crear riquezas antes que simplemente repartirlas. jfleitas@abc.com.py

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