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Jara justificó que la variación en la cotización entre los valores resultantes de la licitación y lo que terminará pagando Petropar se debió a la fluctuación de la cotización internacional en el mercado internacional. Dijo que la empresa estatal “nunca dijo que pagaría solo US$ 282 por TM”, porque incluye un precio referencial, por la cotización externa, y que por eso trepó a US$ 356,864, puesto el producto en sus camiones en la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). A esto hay que agregar US$ 133,1 de flete y los costos de internación, agregó.
Entró en detalles de la estructura de costos que exhibió durante la conferencia de prensa (ver arriba), indicando que “apenas” 100 guaraníes representarán los gastos operativos que tendrá Petropar para entrar en funcionamiento en este rubro. “Prácticamente es nulo el gasto que tendremos. Con el producto ya puesto en las esferas de Petropar, el valor que manejamos es solo de US$ 542,5 la TM. Y a eso le sumamos 100 guaraníes de gasto de operación, que nos parece incluso un escenario pesimista (dando a entender que es mucho), porque en el negocio de GLP no tendremos gastos. Todos los gastos ya están cubiertos. No hay depreciación de equipos; el personal ya estaba en Petropar, no hay contrataciones adicionales. Entonces, nos queda un margen total de G. 1.856 por kilo, que nos repartiremos entre la distribuidora Petropar y la estación de servicio que opera con su emblema”, manifestó.
Para que la gente tenga idea sobre el costo promedio de lo que significan los costos operativos de este rubro en nuestro mercado actualmente, se estima una incidencia de aproximadamente G. 1.100 por kilo, lo que incluye pago del personal, flete interno, energía eléctrica, mantenimiento, etc.
Ante las consultas, respondió que de ninguna manera estarán subsidiando el precio del producto, y reiteró que con este rubro generarán el margen citado para llegar al público en los precios anunciados de G. 5.000 por kilo la recarga (ya no hablan de garrafa a G. 50.000, sino recarga de gas). Destacó que llegar a estos valores es posible, para beneficio de la gente, y por la “mejora en la gestión”.
Silencio sobre despilfarros
El fantástico escenario expuesto ayer –en teoría– por el presidente de Petropar, no se compadece de la realidad, porque ni siquiera hizo mención, ni verbal ni a través de la estructura de costos que mostró, la alta incidencia que representan los US$ 3 millones que ya dilapidaron en Petropar en gastos varios, en todas las licitaciones ya pagadas por la empresa estatal importadora de combustibles, pero que llamativamente resulta muy difícil de creer que puedan ser solventados por los escasos G. 100 que dicen representa su “costo operativo”, y que en la contabilidad sin maquillaje de cualquier empresa deberían ser necesariamente incluidos.
Solo el caso de la sobrefacturación en compra de garrafas, en que pretendieron tragarse 5 millones de dólares pudo ser frenado, y los demás procesos se desarrollaron y pagaron incluso la friolera de 3.000.000 de dólares.