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El Pilcomayo experimenta en este momento su primer repunte del verano.
Intensas lluvias en la naciente del río, en las montañas de Bolivia, explican el aumento de caudal.
A esto se suman precipitaciones que tuvieron lugar en la llanura chaqueña.
Como ejemplo se puede citar que el martes último se tuvieron 320 milímetros de lluvia en Pozo Hondo.
El promedio anual de precipitaciones en este sector es de 450 milímetros anuales; en un solo día cayó el 80 por ciento de lo que llueve en el año.
Esta masa de agua se dirige con velocidad a la zona de los canales que comparten Argentina y Paraguay, situada a unos 120 kilómetros al sur de Pozo Hondo.
La riada del Pilcomayo sorprendió por completo al Ministerio de Obras Públicas y a la Comisión Nacional del Pilcomayo, quienes no atinaron a reaccionar, simplemente dejaron que ingresen las aguas a nuestro territorio.
Desidia absoluta
Lo primero que podría venir a la mente del lector es decir: “El agua ingresa, no importa cómo”.
En el caso del Pilcomayo la situación es muy diferente: sí importa la forma en que ingresa el río en nuestro territorio.
Paraguay cuenta con un canal artificial que capta las aguas del Pilcomayo; este conducto dirige al río hasta un cauce natural que finalmente permite su escurrimiento hasta el fortín General Díaz.
Tanto la embocadura como el canal artificial y el cauce natural deben estar listos para recibir las aguas del río.
Esto implica una nivelación adecuada y una limpieza del arenal depositado en el lecho.
Nuestro país no realizó ningún trabajo previo de preparación. La administración Horacio Cartes, por tercer año consecutivo, no realizó ninguna tarea previa para tener listo el canal paraguayo.
Ingreso de las aguas
La desidia de la administración Cartes tiene consecuencias: los equipos viales contratados para trabajar en la limpieza de sedimentos no podrán ingresar en los canales porque tendrá agua.
El arenal de tres años recibirá ahora una mayor cantidad de sedimentos y el problema será mucho peor el año próximo porque los trabajos no se realizaron en tiempo y forma.
Obviamente que el MOPC y la Comisión del Pilcomayo intentarán sacar rédito político y presentar ante la opinión pública que el Pilcomayo está ingresando en nuestro territorio.
Si lo hacen, estarán mintiendo: el ingreso del río puede convertirse en un grave problema para los pobladores de la zona del Pilcomayo quienes no tiene forma de saber por dónde se escurrirá al final el río.
Hace un par de meses, de puro no saber qué hacer, la Comisión del Pilcomayo abrió un pequeño cauce en paralelo a la embocadura del canal paraguayo, por allí está entrando el agua que ahora impide trabajar al equipo vial.