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El Ejecutivo tenía previsto entregar en la fecha su proyecto de presupuesto, pero finalmente decidió practicar una última revisión general del documento con el fin de determinar si todo está en orden, razón por la cual aplazó su presentación para mañana, a las 8:00.
Según datos extraoficiales de la cartera fiscal, el proyecto de presupuesto 2016 estaría en torno a los G. 66,2 billones (US$ 12.035 millones al cambio vigente), levemente inferior a los G. 66,7 billones (US$ 12.145 millones) del ejercicio vigente, pero las cifras aún pueden sufrir modificaciones.
El plan de gasto no prevé aumento salarial alguno, la creación de cargos se limita a atender el crecimiento vegetativo en educación y fuerzas públicas.
Además, prevé recortes por unos US$ 100 millones en gastos corrientes, entre ellos combustibles, pasajes, viáticos, bienes de consumo, entre otros.
La medida obedece, dijeron los técnicos, a la necesidad de adecuar el nivel de los gastos a la menor estimación de los ingresos tributarios y a la ley de responsabilidad fiscal, en cuanto al tope de gastos corrientes de 8,5% y el déficit fiscal de 1,5% del PIB.
También aseguran fondos por unos US$ 172 millones para programas sociales como Tekoporã, adultos mayores y otros. En contrapartida, se tendrán nuevas emisiones de bonos del tesoro. Según adelantó el ministro Peña, la emisión rondaría los US$ 850 millones y los fondos serán para pagar deudas vencidas e inversión en infraestructura. El Gobierno sigue elevando la deuda, hecho que le valió fuertes críticas desde el sector privado. Solo en bonos soberanos en los últimos dos años, la deuda que contrajo esta administración suma US$ 1.280 millones, a la que debe adicionarse las emisiones locales y compromisos con otros organismos.