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Este es un reconocimiento que otorga el Estado a empresas públicas o privadas, que pueden ser pequeñas, medianas o grandes, que han mejorado su gestión y logrado un avance en competitividad y calidad. Es organizado por el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt).
El premio es un trofeo y un diploma, el carácter del certamen es más bien simbólico, no se representa en un valor económico, se informó. Este año no todas las categorías tienen postulantes. “De momento atrae más a las grandes empresas y al sector público, es interesante que quieran adecuarse a la calidad en el modelo de gestión”, explicó Ignacio Camacho, coordinador general de la actividad.
El proceso para esta edición se inició en diciembre del año pasado y contó con varias etapas de evaluación. Los organizadores realizan análisis técnicos, luego la precalificación, y las organizaciones son visitadas por evaluadores, entonces se determina el avance en la escala de modelo que tiene 1.000 puntos.
Este año se presentaron 35, pero fueron 60 más o menos las que acudieron a los talleres y capacitación. Esta es la segunda edición del premio.