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Agregó en ese mismo sentido que Paraguay necesita continuar incertándose en el mercado internacional y que en la medida en que exista certeza acerca de la propiedad de las firmas, eso va a traer tranquilidad con respecto al origen de los negocios. Alegó que contar con esta ley será un hito importante en una próxima evaluación del GAFI a nuestro país, donde se analizarán los avances en las medidas preventivas del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
Por su parte, Alberto Acosta Garbarino, del Banco Familiar y también directivo de la Asoban, dijo que con los acuerdos internacionales vigentes se dificulta cada vez más mantener la figura del anonimato. “Es una tendencia mundial, si Paraguay no modificaba su legislación en este tema, corría el riesgo de quedar excluido del sistema financiero internacional y perder corresponsalías”, acotó.
Indicó también que esta ley es un gran paso para la transparencia informativa y ayuda a que el sistema financiero siga integrado.
Finalmente, sostuvo que la ley recientemente sancionada les libera también de la custodia de las acciones, que era una medida provisoria reglamentada por la Seprelad. “Es una ley que estábamos esperando y celebramos que haya salido”, dijo finalmente.