Titular de la Fenaprofhp sigue con la construcción en Ybycuí como si nada

Entre otras medidas restrictivas que el juez había dispuesto contra Silvio Riveros figura el de no innovar sobre sus bienes. Sin embargo, continúa edificando en su propiedad de Ybycuí por la que había pagado tres mil doscientos millones de guaraníes al contado. Tiene 180 hectáreas en las que construye sin pausas unos bungalows a más de intensificar la producción agrícola.

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Riveros es el presidente de la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay (Fenaprofhp). La entidad que encabeza está compuesta por sus familiares y empleados. Sus principales dirigentes, a igual que los exministros de Agricultura y Ganadería (MAG), Enzo Cardozo y Rody Godoy, están procesados por una serie de delitos cometidos con el dinero público que asciende a unos setenta mil millones de guaraníes.

La investigación había estado a cargo de la entonces fiscala Claudia Criscioni, apartada del caso por Enzo Cardozo. De la acusación se encargaron Martín Cabrera y Aldo Cantero, agentes fiscales de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción.

Desde la Fenaprofhp se concibió y ejecutó una verdadera ingeniería para delinquir con el concurso de altos funcionarios del MAG, casas comerciales y profesionales. Riveros estuvo acompañado en el proyecto delictivo por el vicepresidente de la entidad que encabeza, Lidio Irala; el tesorero Ignacio Acuña Ramírez, el contador Luis Piccardo Martínez y otras 19 personas, todas procesadas.

Por distintas resoluciones firmadas por Enzo Cardozo y Rody Godoy, la Fenaprofhp recibió del MAG unos setenta mil millones de guaraníes de manera totalmente irregular y con rendiciones de cuentas tramposas. A este respecto el Ministerio Público, en su acusación, señala: “Conforme a los elementos de convicción, las facturas que acompañan a la rendición y los documentos presentados por la Fenaprofhp fueron elaborados en realidad por Luis Piccardo, quien era el que se los solicitaba a los supuestos proveedores para cubrir y ajustarlos a los montos de los desembolsos”.

La fiscalía tiene suficientes pruebas que demuestran que “no solo las rendiciones de cuentas sino que los documentos que debían ser presentados antes de los desembolsos fueron presentados con posterioridad y ajustados para cubrir el real destino que se le dio al dinero”.

“En cuanto a las rendiciones de cuenta –dice la fiscalía– presentadas por la Fenaprofhp lo consignado en las mismas es patentemente falso y sin embargo los ministros Enzo Cardozo y Rody Godoy no realizaron ni dispusieron la realización de acción alguna para recuperar el dinero perdido; es más, pese a la inconsistencia de las rendiciones de cuentas siguieron disponiendo del dinero del MAG en los 8 desembolsos en los cuales intervino cada uno respectivamente. Al igual que en los desembolsos en donde intervino Enzo Cardozo que tenía que ser destinado a dos comités ubicados en Cerro Rokê y cuyo dinero les fue arrebatado en el local del banco por Silvio Riveros y Lidio Irala”.

Y así con todos los desembolsos: primero se retiraba el dinero y después se presentaba el proyecto con la supuesta rendición de cuentas.

Y estos proyectos no eran tales porque, entre otras cosas, no tenían estudios para analizar la factibilidad de los emprendimientos consignados. Del comienzo al fin, los planes de la Fenaprofhp eran sacar del MAG la mayor cantidad posible de dinero en el más breve plazo. Consultado por la fiscalía, el ingeniero Mazzoleni explica: “En los documentos de proyectos analizados se cuantifican los jornales requeridos para la producción de tomate, pero no explican cómo los productores beneficiados tendrán pleno empleo durante el año, además cómo tendrá esto continuidad en los años sucesivos y sobre todo si la producción remunerará adecuadamente cada jornal empleado en la actividad (…) En los documentos de proyectos no se hace mención de cómo se dotará de dichos conocimientos a los beneficiarios. Si fuera mediante la capacitación, no hay mención de ella; menos aún quién o quiénes la realizará. Esta situación es grave porque si esa capacitación no existiera la adopción de nuevas tecnologías, como se menciona en los documentos de los proyectos, no podrá ser adoptada y por lo tanto no podrá ser aplicada; además, el uso de los insumos no tendrá el resultado esperado. No se explica qué parte del ingreso generado será reinvertido, ni si será en nuevas inversiones para la producción de hortalizas o para el beneficio de la comunidad”.

Solo este párrafo –de muchos otros– referido a los “proyectos” aceptados por el MAG para los continuos desembolsos, expresa la idea que animaron a las personas para alzarse con una cuantiosa suma del dinero público para su beneficio personal.

Algunas de las modalidades para estafar

Los fiscales comprobaron, entre otros recursos para perpetrar la estafa, que Enzo Cardozo ordenó desembolsos para 23 comités de productores de Nueva Italia de los cuales seis tenían como presidente a Jorge Centurion, comerciante, domiciliado en Fernando de la Mora; y como tesorero, también de los seis comités, a Nicolás Rolón, albañil.

El comité de horticultores de Carlos Antonio López, de Sapucái, de los 12 miembros 10 son de apellido Acuña, su presidente es Tarcisio Acuña y la tesorera Sonia Mabel Centurión de Acuña, esposa del tesorero de la Fenaprofhp, Ignacio Acuña. Mabel Centurión es ama de casa, vive en Fernando de la Mora, y cobró un cheque de la Fenaprofhp de cincuenta millones de guaraníes. “Según los recibos presentados –dicen los fiscales– justifica supuestamente el pago a la firma FH, en este desembolso, lo cual no corresponde a la realidad”.

Como pago al consultor el Ing. Luis Eduardo López declaró que por los más de 130 proyectos elaborados recibió 280 millones de guaraníes, cobrados en efectivo. “En esto proceso –declaró ante la fiscalía– no he recibido ni endosado ningún cheque de la Fenaprofhp. Un talonario de mi factura en blanco he dejado en la oficina de Fenaprofhp a pedido de Silvio Riveros, con el argumento de que iban a esclarecer primero el concepto con el cual se realizaría el llenado de la misma conforme a lo requerido por la Contraloría. Al percatarme del monto exorbitante facturado, Silvio Riveros se comprometió a abonarme la diferencia entre lo efectivamente pagado y lo facturado una vez que el convenio se haya terminado de ejecutar. Pasaron los meses y hasta la fecha no he recibido ni un solo guaraní. Dicha facturación ha dejado como resultado la intervención de la Subsecretaría de Tributación hacia mi empresa unipersonal. Cabe destacar que yo he declarado el monto facturado pero yo no he percibido dichos montos y como no los he percibido no puedo justificarlo…”

La empresa JC Hermanos presenta una factura por cien millones de guaraníes por 10 invernaderos construidos por Luis Eduardo López quien declaró ante la fiscalía que había entregado su talonario de facturas en blanco a Silvio Riveros para que él la llenara.

Y llenaba esta y otras facturas en blanco con la suma que se le antojaba; facturas que presentaba al MAG como rendición de cuentas y se las aceptaba sin que nadie contrastara los precios con otras casas comerciales ni si las obras se habrían realizado.

Detrás, y delante, de todas las maniobras para la estafa, verificadas por la fiscalía, se encuentra Silvio Riveros quien, de lo más campante, incumple medidas judiciales como la prosecución de los trabajos en su propiedad de Ybycuí.

alcibiades@abc.com.py

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