Tras la modificación del proyecto de autopista, costo podría elevarse 72%

En el proyecto ejecutivo de la autopista Ñu Guasu figura la construcción de un túnel en el cruce con la avenida Semidei para permitir el paso del ferrocarril en el futuro. Esta parte del emprendimiento fue fuertemente cuestionado por los vecinos de Barrio Mbocayaty, debido a que la obra pasaría por sus propiedades y ni siquiera contaban con información precisa al respecto.

Pese a que no se difundieron aún los detalles de la modificación, al parecer la solución del ministerio consiste en la construcción de un sistema de viaductos, descontar el importe del túnel y mantener el trazado ferroviario histórico, solución que requeriría un sistema de barreras con semáforos y alarmas en el paso a nivel, dado que no se contaría con triángulo de visibilidad.

Sin embargo, teniendo en cuenta los trabajos de pilotaje, encabezados, pilares, estribos, muros de vuelta, superestructura y terraplenes de accesos de dos puentes de hormigón de tres carriles, es muy posible que se supere largamente el monto presupuestado para el túnel.

En el túnel el ítem con mayor incidencia sería la excavación, porque la estructura, por lo general abovedada (que trabaja a la compresión), es muy económica. Todos los túneles del mundo funcionan bajo este principio; subfluviales, marítimos, metros, subtes, etc. Incluso existen estructuras abovedadas de piedra, construida por los romanos 250 años antes de nuestra era, que al ser estructuras curvas aún están en servicio.

Esto indica que el costo final del Tramo I de la obra podría dispararse significativamente si consideramos que incluso se justificaría la ampliación del plazo contractual entre 10 o 12 meses, como mínimo.

Números tentativos

El Tramo I de la autopista Ñu Guasu fue adjudicado a la constructora Heisecke SA-Tecnoedil SA-Ocho A SA por G. 112.798.000.000, que en dólares (US$ 4.320) serían US$ 26.110.648.

Es muy posible que el monto del “adicional”, descontado el importe del túnel, no supere el 20% del contrato para evitar una nueva licitación, como exigen los pliegos que sirvieron de base para este llamado. Es decir que con un techo de US$ 5.200.000 la obra treparía a US$ 31.300.000 (números aproximados).

Además, es muy posible que, dada la magnitud del “adicional”, que el plazo de la obra se prorrogue un año, por lo que al cabo de tres años habría que sumar, en concepto de mayores costos acumulativos, alrededor de 25%, o sea, US$ 7.800.000. El costo final de la obra podría rondar entonces US$ 39.200.000.

También habrá que sumar un 15% por estudios y proyecto y gastos de fiscalización (aunque se trate de un secreto guardado bajo siete llaves, porque el MOPC nunca da a conocer los detalles), o sea, otros US$ 5.900.000.

El costo total solo del Tramo I, finalmente, podría rondar los US$ 45.040.000.

Vale decir que, conforme a estos números tentativos, el sobrecosto del primer tramo de la futura autopista Ñu Guasu podría resultar del orden del 72,50% comparado con la oferta inicial.

Serían las ventajas “de tener la lechera atada”, como reza un conocido axioma muy vigente entre las empresas vialeras.

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