Turbinado del Yguazú: ANDE insiste en la solución más cara y riesgosa

Consultores paraguayos señalan que su proyecto alternativo para el maquinado del Yguazú podría financiarse con los fondos disponibles. Proponen construir la casa de máquinas a 250 m del vertedero y llevar el agua a ser turbinada con cañerías en lugar de construir una presa dentro del lago, cortar el embalse y realizar voladuras cercanas al muro de tierra, tal como prevé el proyecto licitado.

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Para el Ing. Roberto Vera Vierci, comparando el proyecto de la consultora japonesa Nippon Koei para el maquinado del Yguazú, con el proyecto alternativo desarrollado por consultores paraguayos, se da una marcada diferencia en el costo de las obras, que se refleja principalmente en el costo de producción, plazo de ejecución y riesgos.

Según el consultor connacional, “con un costo de obra estimado en US$ 450 MM, amortización en 30 años, interés del 2% (préstamo japonés), el costo de producción rondaría los US$ 120 MW. El costo del proyecto alternativo rondaría los US$ 85 MW”.

“El costo de Itaipú, según ANDE, en barras es de US$ 50 MW, y que el costo medio de energía de punta en Brasil es US$ 140 MW, significa que se tira por el vertedero de Yguazú US$ 30 MM al año, considerando el precio de la energía punta en el mercado brasilero”.

Las obras

El proyecto de la Nippon Koei prevé cortar el muro del embalse y los trabajos tendrán ocho etapas; mientras que el proyecto alternativo no modificará la estructura de la presa y los trabajos demandarán solo dos etapas.

Las etapas, en el primer caso, serían: 1° Construir un muro provisorio dentro del lago a profundidades de hasta 21 m. 2° Unir bajo agua el muro provisorio con la presa de tierra existente para crear un recinto. 3° Romper el muro de la represa. 4° Vaciar y dejar en seco el recinto. 5° Construir una presa de hormigón para la casa de máquinas. 6° Dinamitar el lecho de piedra de basalto para el canal de toma. 7° Construir con explosivos un desagüe de unos 600 m. 8° Demoler y retirar bajo agua el muro provisorio.

Los riesgos: peligro de fugas y hasta de riadas catastróficas si no se logra la unión estanca entre el muro de tierra y el muro provisorio.

Al dinamitar el basalto en cercanía al muro de la represa y al vertedero, las explosiones podrían dañar la integridad de la presa que contiene 4 millones de m³ de agua.

Inconvenientes: La intrusión de una capa de basalto descompuesta donde fundarán las obras. La unión bajo agua es muy difícil.

Plazos de ejecución: Estará determinada por la secuencia de las tareas y difícilmente el cronograma de trabajos permita sortear y/o adelantar etapas.

Teniendo en cuenta que la presa Yguazú es una presa mixta de hormigón y tierra, con núcleo impermeable, algunos oferentes coincidieron en afirmar que el riesgo de cortar el muro, la complejidad de los trabajos y las indefiniciones que existe en el proyecto licitado, habrían disparado el costo de la obra, y que el costo final hasta podría triplicar las previsiones oficiales. En este caso, el beneficio para las empresas será mayor.

Proyecto alternativo

Consta de dos etapas: 1° Construcción de la casa de máquinas a 250 m del muro de la presa sobre el cauce del río. 2° Instalación de dos tubos de presión externa a la represa (denominado penstock) para alimentar a las turbinas.

Ventajas: No toca ni modifica la presa existente. Las tomas de agua se harían directamente frente a las compuertas de descarga ubicadas en el centro del vertedero, las que siendo dobles permitirán la ejecución de cada una de las tomas en secuencia manteniendo siempre operativa la segunda.

La casa de máquinas será más económica. No estará sometida a presiones hidráulicas y por su ubicación la excavación en roca para la fundación representará el 15% del propuesto en el proyecto “oficial”.

Plazos de ejecución: Se podrán ejecutar simultáneamente las dos etapas y, de hecho, un menor plazo de construcción incide positivamente en el costo final de la obra.

Los detractores: El Ing. Vera Vierci asegura que no alterarán las condiciones de la represa ni de los vertederos regulables con compuertas, y no requerirá un vertedero adicional, como sutilmente sostienen los técnicos de la ANDE para agregar un costo adicional y oponerse al proyecto alternativo.

Agravantes

ANDE estaría dispuesta a contraer millonarias obligaciones con base en un anteproyecto.

En efecto, las dos licitaciones convocadas por ANDE para el maquinado del Yguazú fueron con base en el “anteproyecto” de la Nippon Koei Lac Co. Ltd., y como el pliego de licitación establece que la adjudicataria será la responsable de presentar el proyecto ejecutivo final, significa que la estatal contraería multimillonarios compromisos con base en un anteproyecto que al no estar desarrollado, podría variar sustancialmente durante la construcción.

En la práctica, por lo general, las licitaciones con base en anteproyectos, que no están desarrollados en detalle, abren las puertas a todo tipo de especulaciones, y el precio de las obras podría aumentar después de firmado el contrato.

Jugar a “arco libre”

Una de las concursantes señaló a ABC Color sobre el tema que el anteproyecto de la Nippon contiene indefiniciones que, en principio, podrían representar un aumento de más del 30% con relación al proyecto ejecutivo.

Debería tenerse en cuenta que las “adecuaciones” serían después de firmado el contrato vinculante, y esta parte de la licitación ya no es pública, sino que se decide entre cuatro paredes.

Que el pliego no establece restricciones, momentos y plazos para “adecuar” el anteproyecto licitado (en cierto modo la adjudicataria decidiría sobre la magnitud de cada tarea). Igual situación podría darse respecto a más correcciones en el futuro, imprevistos, adicionales, trabajos complementarios y otros cambios durante la construcción, etc., se estaría vulnerando el principio de igualdad entre oferentes.

Además, este tipo de convenios no se rige por la Ley de Contrataciones Públicas, que establece un tope máximo del 20% de incremento sobre el “proyecto” licitado. Incluso, existe la posibilidad de que los trabajos coticen a pérdida y asegurar las ganancias con el contrato amarrado.

Se configuraría el escenario soñado para contratistas y funcionarios, que aprobarán las “adecuaciones” después de adjudicado los trabajos.

ccaceres@abc.com.py

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