Dan clases en medio de precariedades debido a que obras no se terminaron

LIMPIO (Rocío Portillo, corresponsal). En la escuela básica N° 5632 “El Portal”, ubicada en el barrio homónimo de esta ciudad, las cuatro aulas intervenidas por la Comuna, administrada por el colorado cartista Carlos Palacios, no terminaron para el inicio de clases, el 21 de febrero pasado, y tampoco existe esperanza de que concluyan en poco tiempo. Los alumnos deben desarrollar las clases en aulas móviles proveídas por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) en la modalidad de plurigrado.

La directora de la institución, profesora Hilda Benítez de Martínez, lejos de cuestionar la precariedad en la que se desarrollan las clases, ensayó una justificación del atraso de las obras. Dijo que no terminaron a tiempo debido a que parte de las nuevas paredes debieron ser derribadas otra vez, porque no fueron colocados los detalles de ladrillo visto. 

Además se registraron muchos días de lluvia durante construcción, señaló.

A la institución educativa acuden 58 alumnos distribuidos del jardín al noveno grado.

En la básica N° 2379 “Sagrado Corazón de Jesús” de la compañía Mbayué tampoco se terminaron los trabajos. La directora, profesora Petrona Cañete, señaló que la construcción de aulas de primera infancia fueron suspendidas y los alumnos del preescolar deben dar clases con los niños de sexto grado. 

Continuarán en esas condiciones hasta que termine la construcción del aula que se les asignará, dijo Cañete.

También en la escuela básica N° 4292 “Unión Europea” las reparaciones no concluyeron. Unas seis aulas están inhabilitadas porque las obras quedaron a medio terminar, denunció la directora, profesora Mabel Gaona.

La docente expresó que las obras se iniciaron en setiembre del año pasado, pero al poco tiempo fueron abandonadas por unos tres meses. “Recién en enero de este año retomaron”, dijo.

En las escuelas básicas “Limpia Concepción Cuevas” y “San Vicente de Paúl” también existen construcciones de aulas inconclusas. 

Las obras fueron adjudicadas a Global Construcciones SA, de Julio Meaurio, por G. 2.286 millones, y al arquitecto Rodolfo Ayala, por G. 1.800 millones. Son financiadas con el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).