Denuncian tala ilegal en una reserva del área de protección del Yguazú

Propietarios de estancias colindantes del lago Yguazú, en el departamento de Caaguazú, denunciaron tala indiscriminada y extracción ilegal de rollos de madera de una reserva forestal de unas 260 hectáreas en el distrito de Nueva Toledo.

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NUEVA TOLEDO, departamento de Caaguazú (Carmen Colmán, de nuestra redacción regional). Sostienen que indígenas mbya guaraní son utilizados como “escudo” por los rollotraficantes. 

La representante de la estancia Santa Amalia, Amapola Piaccentini, denunció que los indígenas ocupan una parte de la reserva forestal de unas 260 hectáreas, que forman parte de sus tierras ancestrales. El monte es la extensión del establecimiento que tiene unas 2.600 hectáreas, perteneciente a Martín y Gehrard Strecher.

De acuerdo a las expresiones de la denunciante, los nativos, liderados por Santiago y Felipe Sosa, son utilizados como “escudo” por los traficantes de rollos que talan, extraen rollos y producen carbón en unos 30 hornos construidos dentro de la misma propiedad. La desidia de las autoridades de la Secretaría del Ambiente (Seam) y la inacción del Ministerio Público alientan a los delincuentes.

Los rollos extraídos y el carbón estarían siendo comercializados en la zona de Itakyry, departamento de Alto Paraná.

Los indígenas disponen de un extenso predio para cultivar, pero alquilan y dejan ingresar al lugar a desconocidos que trafican la madera. Los nativos protegen a las personas que realizan las actividades ilegales; con flechas y lanzas prohíben el ingreso de los efectivos de la Policía Nacional y de otras autoridades de control a los montes.

Piaccentini insistió en que los traficantes cuentan con la protección de los nativos a cambio de víveres y bebidas alcohólicas. Aclaró que no les molesta la presencia de los aborígenes, pero que les preocupa el atropello a la reserva forestal.

En la segunda semana de agosto, una comitiva de la Secretaría del Ambiente (Seam) llegó a la comunidad indígena para relevar datos acerca de las condiciones de la reserva, pero no pudieron ingresar debido a que los nativos reaccionaron con violencia para impedir el paso a las autoridades.

Piaccentini comentó que solicitó la presencia de los representantes del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) para tratar de hallar una solución pacífica al tema, pero no obtuvo respuesta.

Uno de los líderes de los nativos, Felipe Sosa, negó que dentro de la reserva existan hornos de carbón, pero no permitió el ingreso al lugar de una delegación policial, acompañada por periodistas de diferentes medios de comunicación de la zona.

Sosa pidió respetar la cultura de los aborígenes, que no permite el ingreso de extraños a sus tierras. Refirió que lucharán por esas tierras y amenazó con utilizar la fuerza y violencia si no se les deja vivir en las mismas, las que consideran ancestrales.

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