Docente de Tacuaras viaja por tierra y agua para enseñar

TACUARAS, Ñeembucú. La profes Dolly Espíndola relató a ABC Cardinal su “odisea” diaria, que se inicia a las 5:00 de la mañana. “Salgo a las 6:00 y llego en una hora y media a la ruta. Me voy en una moto hasta un punto después camino unos 20 minutos más o menos hasta un puente y me subo en el cachiveo y de ahí tardo 40 minutos. Una vez en la orilla, camino un poquito más y llego a la escuela”, comentó entusiasmada.

La docente enseña en una institución anexa a la Escuela Básica San Roque González de Santa Cruz y tiene siete alumnos, a los que instruye en un aula de modalidad plurigrado.

“Gano el sueldo mínimo. Desde noviembre que hago este trayecto, antes me quedaba en la escuela a vivir. En 2014 vivía con tres alumnitas allí, de lunes a viernes”, refirió.

Dolly está escribiendo un libro que relata sus aventuras diarias, al cual tituló “La odisea de María Dolores, la maestra”.

Asistencia

La viceministra de Educación, María del Carmen Giménez, prometió asistencia técnica, capacitación y materiales para la profesora Dolly Espíndola.

“Es para resaltar el trabajo que hacen miles de docentes. El de ella es un esfuerzo excepcional. Si bien nosotros trabajamos mucho (…) casos como el de Dolly le hacen sentir a uno un poco pequeñito en cuanto a los problemas que tiene”, manifestó.

La viceministra se refirió al sistema en el que enseña Espíndola, llamado plurigrado, que son grados que trabajan juntos porque hay muy pocos alumnos y “no nos podemos permitir ni administrativa ni pedagógicamente que haya un profesor por grado”.

Se apela a una figura de integrar a los niños en un solo grado y tener un maestro. Tenemos más de 2.000 escuelas en esta situación, comentó Giménez.

Dos rubros

Tras hacerse pública la situación de la profesora Espíndola a través de los medios de comunicación, la supervisora general de Ñeembucú, Dra. Eleuteria López, dijo que se consiguió al menos doblar (dos rubros) el salario tanto de Dolly como de otros maestros de la zona que entregan su vida a la docencia y hacen lo imposible por llegar hasta las escuelas.

Mencionó el caso de Basilio Torres, que enseña en Potrero Esteche; y María Belén González, que enseña en la escuela de Banco Pirai, del distrito de Villa Franca.