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PILAR, departamento de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). En las escuelas María Celia Rodas de la compañía San Jorge y San Roque González del distrito de Tacuaras, a pesar de los insistentes pedidos de los docentes y una visible necesidad, siguen sin contar con baños en condiciones dignas, agua y energía eléctrica.
La microplanificación que realizan los encargados de las instituciones con las autoridades del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) contempla las prioridades reales de las instituciones. Pero a la hora de realizar las obras, las municipalidades y la Gobernación de Ñeembucú utilizan los valiosos recursos -otorgados principalmente para mejorar la infraestructura de escuelas y colegios- para otras actividades que no son las más necesarias o urgentes.
La falta de trabajo coordinado hace que se dupliquen los aportes para algunas escuelas y dejan huérfanas del apoyo a otras marginadas desde hace años.
En el distrito de Tacuaras, la escuela N° 7251 María Celia Rodas, de la compañía San Jorge, no tiene agua potable ni energía eléctrica. La profesora Norma Báez señaló que entre las prioridades de la institución resalta contar con energía eléctrica para utilizar la heladera para conservar los alimentos para el almuerzo escolar.
“Necesitamos tres baterías grandes, tres paneles solares, tres reguladores y un convertidor de 12 voltios para tener energía. Con estos elementos se puede utilizar una heladera y un ventilador”, expresó la docente.
Igualmente, requieren un nuevo baño, ya que el que usan actualmente es totalmente insalubre. Lamentó que hasta el momento los niños que acuden a la escuela tomen agua del estero.
En similar situación funciona la escuela de Potrero González, que no cuenta con los servicios básicos en la sede. A este local escolar solo se llega en canoa y cachiveo porque no hay un acceso por tierra.