Indert compró tierras “no aptas” en Yuty a casi 12 millones la hectárea

El Indert adquirió 1.307 hectáreas inservibles para la reforma agraria en Campo Dolores, en el distrito de Yuty, por casi G. 16.000 millones. Son dos fracciones que pertenecían a dirigentes liberales, y la compra se concretó durante la gestión de Luis Ortigoza.

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YUTY, Caazapá (Antonio Caballero, corresponsal). La compra de las fracciones se concretó mediante la resolución número 2475, del 18 de octubre del año pasado, y fue firmada por el entonces presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Ignacio Luis Ortigoza. Los inmuebles colindantes están ubicados en la zona denominada Campo Dolores, distante unos 40 km al sureste del centro urbano de esta ciudad.

Según la citada resolución, las tierras adquiridas tienen dos parcelas: una cuenta con 837 hectáreas y cada hectárea costó G. 11.950.000 (más de G. 10.022 millones), y fue adquirida de Armando Silva Armoa, de Yuty. La otra, colindante, tiene 470 hectáreas, se cotizó a G. 11.980.000 la hectárea (más de G. 5.443 millones) y fue comprada de José Arsenio Silva Armoa.

Según datos, los vendedores son hermanos del político liberal yuteño Flaminio Silva Armoa, actual miembro de la Junta Departamental.

Los terrenos adquiridos para la “reforma agraria” no son aptos para la agricultura y asentamiento humano. Son bajos y anegadizos; la napa freática se encuentra a menos de cincuenta centímetros en la zona alta y el agua no es potable.

Otro problema grave que tiene es la falta de camino. Para llegar a la zona se debe cruzar varios establecimientos ganaderos, cuyos portones en horas de la noche se cierran con candados, por razones de seguridad.

Además, el lugar no cuenta con los servicios básicos.

Miniganadería

La parcela de 837 hectáreas ya fue fraccionada por el Indert para ubicar a 72 familias, según relató el vicepresidente de la comisión vecinal, Enrique Maciel, quien llegó al asentamiento en una camioneta japonesa de su propiedad. Aseguró que el terreno es apto para la agricultura, que hay bosque donde se puede habilitar una parcela agrícola y que la idea principal es desarrollar un proyecto de miniganadería para los ocupantes.

Maciel relató que los campesinos están empezando a construir sus casa y que por eso nadie vive aún en el lugar. El dirigente se quejó de la falta de caminos y porque a las 18:00 ya se cierra con llave el portón de una de las estancias que se deben cruzar.

Durante nuestra visita pudimos observar una manada de vacunos pastando en el asentamiento. Los animales pertenecen al ganadero Alipio Solalinde, de Yegros, según Enrique Maciel, quien ensayó explicaciones para justificar la presencia de los animales y de un tractor del ganadero. Según fuentes, el productor pecuario alquila toda la tierra de los supuestos campesinos sin tierra que no tienen la intención de ocupar el lugar.

La otra fracción

Por otro lado, el terreno de las 470 hectáreas aparentemente es más bajo. En el sitio se observan varias casas precarias construidas por supuestos campesinos y después abandonadas. Además, cuenta con un pozo de agua que no sirve para consumo humano.

Esta fracción está ocupada por un grupo de personas, que acampan en la casa que servía antiguamente como casco de la estancia del dueño anterior. Señalaron estar interesados en crear un asentamiento en el inmueble.

Los ocupantes, que no quisieron identificarse, indicaron que son 40 (durante nuestra presencia estaban unos 15), pero que varios de sus compañeros tuvieron que salir para buscar trabajo en la zona, y que otros fueron a pescar o a cazar con el objeto de conseguir comida para el grupo. Los campesinos quieren que el Indert haga el fraccionamiento del terreno para que puedan trabajar, y piden ayuda a las autoridades para abrir un camino que conduzca hasta los terrenos.

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