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La Comuna de Caacupé coloca toldos en las calles de los alrededores del santuario, utilizando casi media calzada, en algunos casos, y en otros dejando apenas un espacio para el tránsito. Además, cobra a los frentistas por el uso de sus veredas. Todo esto, con el objetivo de generar mayores ingresos.
Desde el año pasado también se implementa la modalidad de colocar los toldos y puestos de venta en la calle, utilizando prácticamente media calzada, en algunos casos, y en otros, dejando apenas un espacio para el tránsito de vehículos y peatones, en los alrededores del santuario.
La Comuna vende aparte las veredas a los propios frentistas o a otros interesados, con el objetivo de obtener más ingresos. Esta situación molesta a los propietarios de salones, que para evitar que vendedores ambulantes ocupen sus veredas tienen que pagar el canon establecido. El costo de los mismos varía en función del tipo de actividad a desarrollar.
Según el intendente caacupeño, Roberto Franco (ANR), a la fecha ya ingresaron a las arcas municipales G. 208 millones, que incluyen el pago de G. 60 millones del canon cobrado al parque de diversiones, que es de G. 90 millones.