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COLONIA MARÍA AUXILIADORA, Dpto. de Alto Paraguay (Carlos Almirón, corresponsal). Un grupo de colonos de esta comunidad, perteneciente al distrito de Fuerte Olimpo, y distante unos 800 km de la capital del país, se entrevistaron con el presidente del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Justo Cárdenas, pidiendo que la colonia sea intervenida de manera a verificar en manos de quiénes se encuentran en realidad las 38.000 hectáreas de tierras donadas por el Estado para la reforma agraria.
Claudio Deleón, presidente de los “sintierras” del lugar, dijo que pidieron a Cárdenas que se cumpla la resolución Nº 636 de fecha 13 de julio pasado, por la cual el Indert crea una comisión de técnicos que deben trasladarse a esta comunidad para realizar la intervención, y así verificar en poder de quiénes se encuentran los lotes de la colonia.
Según Deleón esta comisión, encabezada por el abogado Enrique Cantero, debe verificar lote por lote para ver si los adjudicatarios son sujetos de la reforma agraria y en un plazo de 90 días elevar un informe, que describa la situación.
Los colonos alegan que más de 20.000 hectáreas hoy son grandes establecimientos ganaderos con dueños brasileños, y que estos extranjeros estarían contando con la ayuda de compatriotas, conocidos como prestanombres, para blanquear la ilegalidad de la ocupación.
Deleón dijo además que “los prestanombres serían Teresa Rodríguez, María Irigoyen, Flaminio Acosta, Sebastián Medina, María Adriza, Isidora Gómez, Dilson Escalzo y Larissa Fleitas”, y añadió que “todas estas personas no viven en la zona, pero según el Indert son propietarias de más de 6.000 hectáreas. Sin embargo, en la realidad sus lotes son ocupados por ganaderos brasileños, quienes pagan el impuesto inmobiliario en el municipio”, insistió.
El año pasado, funcionarios del Indert realizaron trabajos de verificación de ocupación de lotes en el lugar.
El asesor del ente agrario, Pedro Alvarenga, había manifestado en aquella oportunidad que se pudieron detectar en la colonia varios lotes totalmente alambrados, pero curiosamente sin que nadie los ocupe. También el cierre ilegal de caminos con portones llaveados.