Suspenden producción de cebolla en el Chaco por prematura sequía

La falta de previsiones por parte de la Comisión del Río Pilcomayo hizo que cultivos agrícolas, como la cebolla, hayan sido suspendidos por la prematura sequía del cauce. Los productores chaqueños aseguran que podrían abastecer el mercado si la circulación de las aguas fuera garantizada.

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COLONIA MARGARIÑO, Dpto. de Boquerón (Alejandra Rojas y Juan Ramón Ávila, enviados especiales). La producción ganadera es la predominante en esta zona, pero la agricultura es la que emplea a más personas, principalmente a los pobladores de las comunidades indígenas ChinaCha y Kenka Klei.

El año pasado la estancia “La Madrugada” logró un impacto social importante al emplear a 300 nativos para el cultivo de 30 hectáreas de cebolla. Todos los trabajos fueron hechos a mano, mencionó Zenón Morínigo, uno de los impulsores del proyecto.

Morínigo además de producir cebolla se dedica a la ganadería. Mencionó que el año pasado lograron cosechar hasta 45.000 kilos de cebolla por hectárea de la hortaliza.

La producción fue vendida a cadenas de supermercados de la capital y alrededores. Los supermercadistas señalaron la necesidad de contar con abastecimiento permanente, por lo que se optó por invertir en innovadores sistemas de riego con asesoramiento de expertos internacionales para contar con stock todo el año, explicó Morínigo.

Sin embargo, este año tropezaron con la prematura sequía del canal paraguayo del río Pilcomayo. “Se compró todo el equipamiento: motores, bombas, filtros, caños, y están parados porque no tenemos agua”, indicó. Agregó que en el caso de la cebolla no se puede depender de las lluvias porque el riego debe ser permanente.

Por su parte, Arnaldo Benítez, administrador de la estancia “La Madrugada”, explicó que debido a esta situación la producción este año se redujo a 12 hectáreas. “El proyecto en sí estipulaba 70 hectáreas, pero como no tuvimos el agua necesaria bajamos a 20 y, finalmente, no iba a abastecer e hicimos solo 12”, señaló.

Si el Gobierno garantiza la circulación de agua del río Pilcomayo la producción de cebolla podría abastecer la demanda del mercado local. “El precio no sería mayor a G. 2.000 por kilo y daríamos trabajo a muchos pobladores de la zona, cuyas actividades para subsistir dependen del río”, aseguró Morínigo.

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