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Sus ganas de vivir y su sonrisa inigualables motivaron a varios voluntarios, a los trabajadores de la Fundación San Peregrino y la posada Emily, a organizar una fiesta sorpresa de quince años para Liz Paola, el pasado 14 de mayo. Ella y sus padres agradecieron emocionados el gesto.
El presidente de la fundación San Peregrino, Mario Gilberto Enciso, agradeció a los que se tomaron un tiempo para agasajar a Liz Paola.
La adolescente, oriunda de Ñemby, es la menor de cinco hermanos. Desde hace un año recibe tratamiento de radioterapia en el Incan, tras someterse a una complicada cirugía de la cabeza en el año 2017.
Liz Paola y a su madre Felicita Bogado se hospedan en la posada Emily, ubicada en un predio contiguo al Incan. Considerando que son de escasos recursos económicos, les ayuda a reducir los costos y riesgos durante el traslado de la paciente.
“Era mi sueño. Como lo soñé y estoy feliz porque mamá, papá y mis hermanos están conmigo en este día. Gracias a todos”, expresó Liz Paola con su tierna voz y contagiante sonrisa que proyecta esperanza.
Gladys Torres, administradora de la posada, destacó la alegría y la inteligencia de Liz.
Del Pilar Amarilla, padre de Liz Paola, señaló que vivieron días de desesperación con el primer diagnóstico médico. Afortunadamente evoluciona favorablemente y sus ganas de vivir son muy importantes para su recuperación completa.