Ante el incremento de fallecimientos, las autoridades británicas han decidido mantener hasta el próximo 7 de mayo el confinamiento obligatorio de la población para contener el coronavirus.
La cifra de víctimas mortales en hospitales británicos ha superado por primera vez la barrera de los 15.000 y el dato diario de ayer, de 888, supera al del viernes, de 847 fallecimientos.
Los expertos han adelantado que la cifra real de muertos puede ser más alta ya que en estos datos no se incluyen a las personas que mueren en sus casas o en residencias de ancianos.
Numerosos sanitarios también ya han fallecidos por contraer la enfermedad.
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De acuerdo con el ministerio de Sanidad, al menos 357.023 personas fueron sometidas al test del nuevo coronavirus, de las que 114.217 dieron positivo.
Una organización británica teme que haya en torno a 7.000 muertos en las residencias de ancianos, unas cifras que multiplican los datos oficiales.
La Oficina de Estadísticas Nacionales, que tiene otra manera de contabilizar a las víctimas pero suministra sus datos con diez días de retraso, estimó que 217 personas habían fallecido hasta el 3 de abril en las residencias de ancianos de Inglaterra y el País de Gales.
El Servicio Nacional de Salud intenta salvar vidas a pesar de una década de austeridad que se tradujo en una infrainversión en salud.
El primer ministro Boris Johnson, quien se recupera del coronavirus, prometió miles de millones durante la última campaña electoral y ahora asegura que abrirá las compuertas presupuestarias y dará “lo que haga falta”.
El ministro de Exteriores, Dominic Raab, que actúa en representación del primer ministro Johnson, anunció que se extenderán hasta el 7 de mayo las medidas de confinamiento a fin de evitar la propagación del covid-19.