Atacan sede de Supremo venezolano, disidencia habla de “artimaña” chavista

CARACAS (EFE). El helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) desde el cual se produjo el ataque llevaba una pancarta en la que se leía “350 Libertad”, en alusión a un artículo de la Constitución.

Ese artículo dispone que cualquier venezolano, esté o no investido de autoridad, tiene el deber de rescatar la Constitución y declararse en desobediencia civil ante cualquier régimen o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos. 

El mandatario Nicolás Maduro dijo que fuerzas especiales buscan capturar al grupo integrado por civiles, militares de mandos medios y policías que atacó la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) con una granada que explotó y sobrevoló el palacio presidencial de Miraflores.

El TSJ es duramente criticado por la oposición por ser leal a Maduro.

El ataque a las sedes de los dos poderes manejados por el chavismo se da en coincidencia con las últimas controversiales declaraciones de Maduro, quien dijo que “si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate, nosotros jamás nos rendiríamos, y lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas. Liberaríamos nuestra patria con las armas”.

Maduro convocó a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como “el único camino para lograr la paz” en el país. 

Sin embargo, la acción de este grupo pequeño grupo rebelde, autodeclarado “nacionalista, patriota y institucionalista”, podría tratarse de una artimaña del régimen chavista para mantenerse en el poder ante los crecientes rumores de que las fuerzas militares retirarían su confianza al líder socialista. 

Suman las voces que hablan de una división interna –aunque casi imperceptible– dentro del chavismo y el descontento en filas de mandos medios militares por la convocatoria a la ANC. 

El disgusto habría sido mayor luego de que Maduro ordenara esta semana la renovación de la cúpula de las FF.AA. que –según periodistas venezolanos– responden al número dos del chavismo, Diosdado Cabello, y no al vicepresidente Tareck El Aissami, sucesor directo de la presidencia en caso de que se dé la salida de Maduro. 

Desde el 1 de abril Venezuela vive una oleada de protestas en contra del régimen chavista y han dejado 76 muertos y más de mil heridos, según la Fiscalía.