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Las FARC ya son un partido. Se estrena en las urnas como una fuerza de izquierda que aún tiene pendiente confesar sus crímenes y reparar a las víctimas.
El pacto, que establece un sistema especial de justicia que deberá entrar a operar este año, les garantiza 10 de los 280 escaños que conformarán el próximo Congreso. Sin embargo, las FARC tienen que acudir a las urnas y ninguna encuesta proyecta una votación suficiente para aumentar esa representación.
Con estas legislativas arrancará la campaña para suceder al presidente Juan Manuel Santos en las elecciones del 27 de mayo. Los colombianos definirán los candidatos de las coaliciones de izquierda y de los conservadores en consultas interpartidistas.
El Congreso colombiano es hoy la institución más desprestigiada con un 84% de desfavorabilidad, según un estudio de opinión de Gallup. La justicia investiga a decenas de parlamentarios por corrupción por casos vinculados al escándalos Odebrecht, y 11 perdieron su investidura o están en la cárcel.