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LA PAZ (EFE, AFP). Bolivia vivió el miércoles una jornada de paro cívico, con movilizaciones populares contra el proyecto continuista de Morales, así como concentraciones oficialistas en ciertas ciudades.
Las protestas se realizaron recordando el segundo aniversario del referéndum popular que le negó la posibilidad de reelección, aunque un posterior fallo del Tribunal supremo, controlado por el oficialismo, le habilitó para presentarse de forma indefinida a las elecciones.
El mandatario advirtió que su intención ahora es “continuar con la agenda 2020-2025”, con el objetivo de gobernar hasta el año en que se conmemoren los dos siglos de independencia.
El Movimiento al Socialismo (MAS) que sustenta al Gobierno boliviano ya proclamó candidato a Morales para las elecciones de 2019, en un acto en diciembre pasado poco después del fallo que lo habilita para postularse indefinidamente.
Movilización popular
Las movilizaciones populares fueron convocadas por organizaciones cívicas, al margen de partidos opositores.
Estas organizaciones llamaron a un paro cívico que calificaron de éxito al extenderse a todo el país, y cerraron la jornada con marchas multitudinarias en las que exigieron respeto al resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que un 51,3% del voto rechazó otra reelección de Morales.
Tras perder el referéndum, el oficialismo recurrió al Tribunal Constitucional de Bolivia, dominado por oficialistas, que en noviembre del año pasado emitió un fallo a favor de Morales, alegando que limitar los mandatos presidenciales violaría los “derechos humanos” de Evo Morales, suscritos en la Convención Americana de los Derechos Humanos.
Con este fallo, Morales puede concurrir de forma indefinida a la reelección.
El mismo tribunal ya autorizó a Morales a presentarse en 2014 a un tercer periodo, al fallar que su primer mandato de 2006 a 2009 no cuenta porque el país fue “refundado” con la Constitución de 2009.