Fervor popular en despedida al Papa que condena la corrupción imperante

LIMA (EFE, AFP). Al menos 1,3 millones de personas se congregaron en la misa de despedida, la más multitudinaria de su sexta gira por Latinoamérica, y en la que Francisco denunció las situaciones “de dolor y de injusticia” en las ciudades que “a diario se repiten” y que “nos pueden generar la tentación de huir, de escondernos”.

“Los ciudadanos a medias o los sobrantes urbanos (...) están al borde de nuestros caminos”, y van a vivir “a las márgenes de nuestras ciudades sin condiciones necesarias para llevar una vida digna”. 

Lamentó que las ciudades y nuestros barrios “que podrían ser un espacio de encuentro y solidaridad” se transformen “un espacio para la indiferencia, que nos transforma en anónimos y sordos ante los demás. Nos convierte en seres impersonales de corazón cauterizado y, con esta actitud, lastimamos el alma del pueblo”. 

Decadencia política

El papa Francisco aseguró que la política en Latinoamérica sufre una “gran decadencia y corrupción”.

Citó el caso de la constructora brasileña Odebrecht, en el que han estado implicados Gobiernos de varios países de Latinoamérica y aseguró que “es solo una parque chiquita”, comparada con el fenómeno en su totalidad. 

“Creo que la política está en crisis, muy en crisis en América Latina por corrupción ”, que solo se entiende el “lenguaje de la corrupción” y citó además los paraísos fiscales. 

El pontífice argentino explicó que se estaba “buscando un camino hacia la Patria Grande y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente”.

Reiteró que la “política está enferma, está muy enferma y hay excepciones, pero en general, está más enferma que sana”. 

Preguntó a los obispos peruanos: “¿Qué pasa en Perú que todos los presidentes van presos?” y citó a (Ollanta) Humala, Alan García, “que está que entro o no entro ¿Qué pasa? y hasta hace poco (Alberto) Fujimori”. Este último fue condenado por crímenes de lesa humanidad y fue beneficiado con un polémico indulto presidencial en la pasada Navidad. 

“Gana una oposición y acusa al corruptor anterior. “Vuelve la otra parte y acusa al corruptor previo, y los dos tienen algo de razón. El juego político es muy difícil”.

“No descuidemos eso porque si caemos en manos de personas que solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos”, advirtió. 

El papa ya había alzado la voz contra la corrupción, este “virus social” que “lo infecta todo” e instó a las autoridades a luchar contra esta lacra.