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Macri sostuvo durante la cena anual de camaradería de las Fuerzas la necesidad de “trabajar juntos en el proceso de reconversión”, que se enmarca en su compromiso de saldar la “deuda histórica con las Fuerzas Armadas de la democracia”.
Tras el rechazo de la oposición al cambio de rol de los militares, el mandatario pidió un “debate sincero y genuino” sobre las Fuerzas Armadas que Argentina quiere “para el siglo XXI”.
Macri lamentó que le acusen de “vulnerar los consensos de la democracia en defensa”, algo que “no es así”, por lo que invitó a la oposición a “debatir y dejar de lado los dobles discursos”.
La directiva de defensa “sienta las bases para avanzar hacia un instrumento militar moderno, profesional y flexible”, dijo Macri, ya que se requiere un ejército “preparado para proteger los espacios soberanos, pero también la vida de los habitantes frente a amenazas de origen externo”, entre los que, en otras ocasiones, ha citado el narcotráfico y el terrorismo.
Hoy existe un “sistema desactualizado, producto de años de desinversión y de ausencia de una política a largo plazo”, acotó.