No debería olvidarse de la situación de derechos humanos en Norcorea

Un experto de Naciones Unidas llamó a Estados Unidos y a otras potencias a poner los derechos humanos en la agenda de sus conversaciones con Corea del Norte, al decir que esto ayudaría a hacer progresos para lograr una desnuclearización “sostenible”.

Cargando...

GINEBRA (Reuters, EFE). Tomás Ojea Quintana, relator especial de la ONU para la República Popular Democrática de Corea (RPDC), instó al país a comenzar a liberar a prisioneros bajo una amnistía gradual.

Los primeros liberados deberían ser los prisioneros políticos y todos aquellos detenidos de forma arbitraria.

Ojea Quintana declaró a la prensa en Ginebra, días antes de la histórica cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, que se celebrará el 12 de junio en Singapur.

“En algún punto, ya sea en la próxima cumbre o en otras futuras cumbres o reuniones es muy importante que el tema de los derechos humanos sean planteados. De lo contrario, primero será un problema en términos de lograr un acuerdo sostenible con la RPDC con respecto a la desnuclearización”, sostuvo.

Tema crucial

No plantear esos temas enviaría un “mensaje equivocado”, agregó.

El presidente estadounidense Donald Trump dijo el pasado 1 de junio, antes de reunirse con el enviado coreano Kim Yong Chol, que los antecedentes de derechos humanos de Pyongyang no fueron discutidos en la reunión.

“No soy de la opinión de que un diálogo sobre derechos humanos minará la apertura y las conversaciones sobre desnuclearización. No pienso que haya un dilema allí”, dijo Ojea Quintana.

Por el contrario, una voluntad por parte de Corea del Norte de abrirse a mecanismos de derechos humanos les dará “credibilidad (...) en su intención de desnuclearizarse” y “mostrará que quieren convertirse en un estado normal”, dijo.

El funcionario dijo que se había reunido esta semana en Ginebra con diplomáticos de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón para discutir sus propuestas.

Tema difícil

En vista de la cerrazón que ha mantenido el régimen de Pyongyang frente a cualquier mirada exterior sobre lo que realmente ocurre dentro del país, se desconoce el número de prisioneros en esos campos, pero una investigación internacional independiente los cifró entre 80.000 y 120.000 en 2014.

Ojea –quien recibió de la ONU la misión de hacer el seguimiento de los derechos humanos en Corea del Norte, aunque el Gobierno le niega la entrada al país y cualquier cooperación– dijo que el diálogo que se abre con Pyongyang será un oportunidad única para poner el tema de los derecho y libertades del pueblo sobre la mesa.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...