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Los conservadores de la primera ministra Theresa May no tienen mayoría en esta cámara alta, que generalmente se inhibe y sanciona las leyes sin enmiendas, pero que en esta ocasión parece decidida a dejar su huella en el proyecto de ley.
En el primer signo de lo que le espera al proyecto de ley, un lord laborista, Andrew Adonis, presentó una enmienda para una segunda consulta.
“Solo se le dio a la gente la primera palabra sobre el brexit, la última debería recaer también en el pueblo” una vez conozca los términos del acuerdo final de salida, dijo Adonis.
Casi 200 lores –parlamentarios no elegidos, entre los que se mezcla la aristocracia, la Iglesia y miembros designados por los partidos– solicitaron intervenir en los dos días de debate.
La líder de los conservadores de May en la cámara, Natalie Evans, recordó a los lores que deben “respetar la voluntad” del pueblo, expresada en el referéndum de 2016.
La perspectiva de otro referendo se vería reforzada por el informe confidencial del gobierno, que admite que el Reino Unido perderá en lo económico, sea cual sea el acuerdo que alcance con la UE.