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SEÚL (Reuters, EFE).El muchacho llamó al número de emergencia 119 que lo contactó con el servicio de bomberos, que a su vez lo derivó a los guardacostas dos minutos después.
A eso siguieron alrededor de otros 20 llamados de chicos a bordo del barco al número de emergencia, dijo un oficial del servicio de bomberos.
El ferry Sewol se hundió el miércoles 16 durante un viaje de rutina desde el puerto de Incheon a la isla de Jeju, donde tradicionalmente los surcoreanos van a pasar la luna de miel.
De los 476 pasajeros y tripulantes, 339 eran adolescentes y profesores en un paseo de una escuela secundaria.
Solo 174 personas han sido rescatadas y se presume que el resto murió ahogada.
El muchacho que realizó el primer llamado, de apellido Choi, se encuentra entre los desaparecidos.
Su voz era temblorosa y sonaba urgente, dijo un funcionario de bomberos.
Tomó algo de tiempo identificar al ferry como el Sewol.
“¡Sálvennos! Estamos en un barco y creo que se está hundiendo”, afirmó el muchacho en el llamado telefónico, según la agencia de noticias Yonhap.
Varios miembros de la tripulación, incluyendo al capitán, abandonaron el ferry cuando se hundía, han dicho testigos, después de que se dijo a los pasajeros que permanecieran en sus habitaciones.
Las autoridades también están investigando a la familia Yoo, que controla la compañía que es dueña del ferry, Chonghaejin Marine Co Ltd, por posibles irregularidades financieras en medio de un creciente escrutinio público.
La presidenta Park Geun-hye afirmó anteayer que esa instrucción fue equivalente a un “acto de asesinato”.
Muchos de los adolescentes no cuestionaron a sus mayores, siguiendo las costumbres de la sociedad jerárquica de Corea del Sur, y pagaron con sus vidas por su obediencia.
Solo se desplegaron dos de los 46 botes salvavidas del ferry.
Detenido otro tripulante
La Policía arrestó ayer a un miembro de la tripulación del Sewol que protagonizó un intento fallido de suicidio, lo que eleva a ocho los detenidos en relación con el suceso, incluido el capitán.
El capitán del barco, Lee Joon-seok, de 69 años, y dos tripulantes, entre ellos la tercera oficial de 26 años que supuestamente llevaba el timón durante el accidente, fueron los primeros detenidos el viernes bajo la acusación de abandonar la nave antes que los pasajeros, desatendiendo la seguridad de estos.
A estos primeros tres arrestos se sumaron anteayer por motivos similares los de dos primeros oficiales, un segundo oficial y un maquinista naval, que con la detención de ayer suman ocho en total.
Mientras, los buzos continúan recuperando cuerpos dentro del Sewol tras mejorar las condiciones meteorológicas y de las aguas, lo que ha elevado a 108 el número de muertos confirmados mientras 194 permanecen desaparecidos.
Con el barco completamente sumergido en el mar, seis días después de producirse el hundimiento, se descarta que puedan hallarse supervivientes.