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Una severa crisis económica asfixia a los venezolanos, caracterizada por el desabastecimiento de alimentos y medicinas; y una inflación de 720%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La caída de los precios del crudo desde 2014 afectaron gravemente al país, que obtiene de este rubro el 96% de sus divisas.
Se trata de las primeras sanciones de Washington contra Caracas en su conjunto, pues las anteriores fueron contra Maduro y algunos de sus colaboradores, a los que acusa de quebrantar la democracia o violar derechos humanos.
El economista Rafael Quiroz, experto en petróleo, considera que la decisión afectará la situación financiera y “el flujo de caja” del gobierno y de la petrolera venezolana PDVSA.
El economista Luis Gavazut, de línea chavista, coincide en que las sanciones –que considera parte de una “guerra económica” para derrocar a Maduro– afectarán el flujo de caja de Venezuela.
La deuda venezolana está estimada en más de US$ 100.000 millones, mientras sus reservas internacionales se redujeron a US$ 10.000 millones, la mayoría en lingotes de oro.
Entre octubre y noviembre, Venezuela y PDVSA deberán pagar unos 3.800 millones de dólares en vencimientos de bonos.
La agencia de calificación financiera SP Global Ratings advirtió en julio sobre el riesgo de impagos debido al deterioro de las condiciones económicas y las tensiones políticas en Venezuela.
Pero otros analistas consideran que sería más grave agregar a PDVSA al listado de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC), lo cual bloquearía todos sus fondos y propiedades bajo jurisdicción de Estados Unidos.
Sin embargo, difícilmente el gobierno venezolano encuentre clientes que compren deuda en otros lugares.