Cargando...
Sin embargo, la reelección no conseguirá reducir la brecha social y económica en el país en los próximos años, según varios analistas, para quienes el mandatario podría perder apoyos si sus grandes proyectos no se traducen en una mejora del nivel de vida.
Egipto está sumido en una profunda crisis económica a la que las autoridades intentan hacer frente desde 2016 con la introducción de una batería de medidas supervisadas por el Fondo Monetario Internacional, entre ellas la devaluación de su moneda que hizo que la inflación llegara al 30%.
Al Sisi tenía garantizada una victoria aplastante. En la elección solo había otro candidato –un fervoroso defensor del gobernante–, ya que todos los rivales opositores serios suspendieron sus campañas en enero.