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Las llamadas o mensajes de texto vía telefónica de personas desconocidas que amenazan, extorsionan o piden dinero para la entrega de supuestos premios se convirtieron en modus operandi muy frecuente de los reclusos en los últimos años.
La mayoría de los casos no son denunciados, e incluso varias de las víctimas accedieron a las exigencias de los delincuentes por temor a que las amenazas sean cumplidas, o simplemente por desconocimiento de que se trata de estafa ideada en las prisiones.
Ante la proliferación de esos delitos, agentes de Antisecuestro de la Policía divulgaron ayer algunos números telefónicos (ver infografía) usados por los reclusos, e incluso la identidad de los principales involucrados, que se encuentran en diferentes cárceles del país.
Los uniformados investigaron los casos denunciados en esa dependencia y concluyeron que las llamadas y los mensajes salieron de celulares usados en las penitenciarías de Coronel Oviedo, San Pedro, Concepción, Encarnación y Misiones.
En algunos casos, los presidiarios se hicieron pasar por miembros del EPP para extorsionar a ganaderos y comerciantes, bajo amenaza de secuestro o asesinato en caso de no pagar altas sumas de dinero. Pero otros simplemente envían mensajes de texto para anunciar supuestos premios. Luego exigen al “beneficiario” realizar giros de dinero.
La Policía recomienda no acceder a la petición de los delincuentes y presentar denuncias, a manera de frenar las extorsiones y estafas.
Los sospechosos
Entre los reclusos que efectúan las extorsiones se encuentran el brasileño Charles Albert Arthur David Martínez Camera, preso en Concepción; Roberto Ríos, recluido en Misiones; Juan Carlos Martínez, que está en San Pedro; Juan José Gill y Rodrigo Domínguez, de la cárcel de Encarnación.