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El cargamento de “macoña” estaba en la carrocería de un camión Volvo N10 verde, con matrícula ADN 134, perteneciente al brasileño Manoel Aparecido Izidoro (61), con antecedente por estafa y domiciliado en el kilómetro 17 de Acaray, departamento del Alto Paraná, confirmaron.
El vehículo fue abandonado en el sitio hace dos días, con las puertas abiertas y la llave puesta. Ayer de mañana un informante alertó a los antidrogas de que en la carrocería del camión estaba oculto el cargamento de droga, distribuido en 35 bolsas.
Los antidrogas que llegaron al sitio confirmaron el dato y comunicaron el hallazgo a la fiscalía, que dispuso el traslado del camión a la jefatura de Policía de Canindeyú para su verificación.
Las bolsas repletas de marihuana prensada estaban ocultas bajo una capa de arena lavada, dijo el Crio. Princ. Bartolomé Báez López, jefe de Antinarcóticos. De esta forma aparentemente logró sortear varios controles ruteros, ya que según los agentes la droga fue adquirida en la zona de Capitán Bado, departamento de Amambay, y debía ser entregada a un contacto en la ciudad de Salto del Guairá.
Pero, por alguna razón, el vehículo fue abandonado en el lugar por el conductor, quien aparentemente escapó de la zona, señalaron.
Según los agentes, la “macoña” incautada es de la mejor calidad, conocida como la 2x1, es decir la mentolada, y los paquetes estaban preparados para ser enviados a bordo de avionetas.
Los antidrogas sospechan de que la “hierba” pertenece a una organización criminal que opera desde la ciudad de Salto del Guairá y que se encarga de remesar periódicamente grandes cantidades de la “hierba” al mercado de consumo brasileño.
Época de cosecha
Los agentes confirmaron que esta es la época de mayor flujo de la droga hacia los países vecinos, ya que las cosechas comienzan en el mes de marzo y terminan a comienzos de mayo.
Este año los organismos de seguridad informaron de que la producción de marihuana se incrementó en los departamentos de Amambay y Canindeyú.
Precisamente, en lo que va de este año, ya se destruyeron más de 600 hectáreas de cultivos de marihuana que estaban en plena etapa de cosecha, en Canindeyú.
Las plantaciones fueron descubiertas incluso en medio de reservas forestales.