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Con los robos de combustible perpetrados por los mismos empleados de las petroleras, los principales damnificados son los consumidores. “En la mayoría de los casos, la cantidad de carburantes robados son reemplazados directamente por agua sucia y en el mejor de los casos con combustible de menor calidad, lo que daña directamente el sistema de inyección de los vehículos modernos”, aseguró ayer el jefe del departamentos Contra Delitos Económicos y Financieros de la Policía, Crio. Princ. Abel Cañete. El jefe policial indicó que los efectivos de su unidad serán los responsables de efectuar los controles de los cisternas en forma aleatoria en todo el país.
Igualmente las estaciones de servicio sospechosas de comercializar carburantes provenientes de los ordeños serán intervenidas con la colaboración de funcionarios del Instituto Nacional de Tecnología Normalización (INTN) y la dirección de Defensa del Consumidor. El contenido de los tanques reservorios de estos surtidores será analizado por los profesionales, recalcó el Crio. Princ. Cañete.
El viernes último un chofer y su cómplice fueron arrestados cerca de la planta de Petropar, al ser sorprendidos por agentes de Delitos Económicos cuando extraían 9.700 litros de diésel de un cisterna. Durante el procedimiento también fue confiscada una camioneta con cuatro tambores cargados con combustible. Los detenidos fueron Jorge González (32) y Francisco Rojas (28). El primero es el conductor del camión cisterna de la firma “3 de Marzo SRL” de la ciudad de Caaguazú, un Scania 124L gris y chapa BEU 265. El rodado tenía acoplado un cisterna con el emblema “Puma” con placa BBX 427.