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El sospechoso aseguró que mató accidentalmente a su compañero de trabajo, ya que se le disparó la escopeta calibre 12, mientras la manipulaba sin saber que estaba cargada. El tiro impactó en el rostro del guardia, quien cayó gravemente herido de espalda en el interior de la garita.
Sin embargo, dos testigos del hecho – I nocencio Riquelme y Carlos Benítez– relataron ante el fiscal del caso, Osvaldo Caballero Bracho, que poco después de las 07:30 del viernes, González ingresó a la caseta ubicada frente mismo a la residencia de la fiscala Gladys González, donde encontró a Brítez Espínola, quien minutos antes entregó su guardia y se aprestaba para descansar.
“El jardinero tomó el arma del sereno y comenzó a manipularla, pese que Brítez Espínola le reiteró en varias ocasiones que estaba cargada. González en forma irresponsable la descerrajó un par de veces hasta que se le disparó”, relataron ambos testigos.
“Inclusive en la filmación del circuito cerrado se puede notar que, efectivamente, el jardinero manipulaba irresponsablemente el arma pese a la advertencia de la víctima, según los testigos”, añadió el fiscal Osvaldo Caballero Bracho. A raíz de estos datos, el agente fiscal imputó por homicidio doloso al jardinero González, quien se expone a una condena de 20 años de prisión.
Lujosa residencia
La lujosa residencia en la que ocurrió el hecho llamó la atención de nuestros lectores, quienes preguntaron cómo puede hacer un funcionario público, en este caso la fiscala Gladys González, para tener la imponente construcción en un barrio de Lambaré.
De acuerdo a las averiguaciones, la mansión es de su pareja, el empresario del sector financiero Hugo Sosa Palmerola, con quien la agente del Ministerio Público habría empezado a tener relaciones cuando tuvo a su cargo una denuncia que el hombre presentó contra su exesposa, Gladys Colmán.
La fiscala González incluso llegó a acusar a Colmán, pero luego fue separada del caso, atendiendo que se había revelado su estrecha vinculación con Sosa Palmerola. En el juicio oral en el que fue condenada Colmán y el expolicía Édgar Núñez, por hurto, la acusación la defendió otro fiscal. Luego se había demostrado que la denuncia de supuesto hurto resultó ser un montaje, por lo que Gladys Colmán y el expolicía fueron desvinculados del caso.
Relación de varios años
El 12 de mayo del 2004, la fiscala Gladys González allanó varias propiedades ubicadas en Lambaré y Asunción pertenecientes a la familia Sosa Palmerola, a raíz de una denuncia por lavado de dinero. De acuerdo a los archivos, uno de los inmuebles intervenidos en aquella ocasión es la que está ubicada sobre la calle Carandayty del barrio San Rafael de Lambaré, donde vive la fiscala y fue el escenario del homicidio. Desde aquella época se remonta la relación entre la fiscala y Hugo Sosa Palmerola, señalaron las fuentes.