Motochorro confiesa asesinato de adolescente y pide “perdón”

Dos motochorros fueron capturados ayer de madrugada en una serie de allanamientos en San Lorenzo y uno de ellos confesó el asesinato del menor Roque Ariel Cardozo Cabañas (14), ocurrido en Capiatá.

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La serie de procedimientos se inició el jueves de noche en el barrio Reducto de San Lorenzo, con la detención de Mario Machuca (58), quien tenía en su poder el teléfono celular que dos asaltantes que se movilizaban en moto arrebataron al menor Roque Ariel Cardozo Cabañas (14), después de que le asesinaran de un tiro en la noche del sábado 16 de agosto cerca de su casa del barrio Retiro de Capiatá.

Machuca reveló que recibió el teléfono el martes 19 de agosto pasado de su vecina Digna Lombardo de Melo (47), cuya casa fue allanada inmediatamente, en la calle Lorenzetti casi Yrendague del señalado barrio sanlorenzano.

En el cateo fue capturado Óscar Melo Lombardo, de 19 años, hijo de Digna. El detenido admitió ser motochorro y también reconoció haber efectuado el disparo que segó la vida del adolescente en Capiatá.

El homicida confeso reveló luego la identidad del otro involucrado en el mortal asalto, quien es su vecino Antonio Buenaventura Coronel Aquino, de 23 años, cuya vivienda también fue cateada ya en las primeras horas de la madrugada de ayer. Antonio Coronel fue apresado y de su casa los agentes retiraron una motocicleta Star de color negro que fue utilizada para la materialización del atraco y homicidio. Con esto, policías de la división Homicidios del departamento Investigación de Delitos, quienes encabezaron los operativos, aseguran haber esclarecido el caso.

“Pensé que le disparé en su brazo”

Ya en su lugar de reclusión, Óscar Melo Lombardo se atribuyó el crimen con fines de robo y refirió detalles de la muerte de Roque Ariel Cardozo Cabañas.

Señaló que esa noche regresaba de un partido de fútbol a bordo de la motocicleta, con su vecino Antonio, cuando se cruzaron con tres jóvenes en una calle del barrio Retiro de Capiatá a la altura del kilómetro 19,500 de la Ruta I.

Declaró haber descendido de la motocicleta con un revólver calibre 22 en la mano, con el que amenazó a las tres víctimas, a quienes exigió que le entregaran todas sus pertenencias. Los jóvenes se asustaron, relató, e intentaron correr, por lo que efectuó un disparo.

“Yo pensé que le disparé en su brazo, pero recién el lunes vi en la tele y me enteré de que murió”, manifestó.

Dijo estar muy arrepentido y pidió perdón a los familiares de su víctima. “Fundí mi vida y la de ellos. Les pido ‘perdón’, porque me imagino cómo se sentirán, porque yo también tengo hermanos y me dolería mucho que murieran”, indicó finalmente. Los detalles de la investigación policial están en manos del Ministerio Público.

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