Pedidos de trabajo y las donaciones son claves para la reinserción social

Con pedidos de trabajo y donaciones de distintos productos, más de 30 empresas colaboran de manera constante con las distintas penitenciarías de nuestro país. Iniciativas como estas son sumamente positivas para el proceso de reintegración social de las personas privadas de libertad, cuyo punto de partida es la efectiva reinserción laboral.

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El taller de cartonería instalado en el correccional de mujeres Casa del Buen Pastor recibe frecuentes pedidos de trabajo de armado de bolsas y cajas de las empresas Telexpar y Gráfica B.R.

A su vez, el taller M & Visa (Doble A y Tu Estilo) y Pohenix encargan la confección de numerosas prendas al taller de costura del Buen Pastor, a cargo de las exreclusas Graciela Villalba y Lucía Sandoval.

En la Unidad Penitenciaría Industrial Esperanza, los internos elaboraron biblioratos, carpetas y sobres a pedido de Telexpar.

Asimismo, los internos del pabellón Libertad, de la Penitenciaria Nacional de Tacumbú reciben pedidos de termos forrados, para obsequios empresariales.

Las empresas que realizan dichos pedidos son Victoria Motors, Autolandia vía Iquique, Nempre Producciones, 4 ruedas, Playa Sosa, Winer Motors, Yamil Automotores, Astoria Motors, Saavedra Motors, HBO Jara, Motors San Diego, Automotores San Carlos, Automotores Car y Automotores Madrid.

La nómina sigue con las empresas de Ciudad del Este Automotores AutoOfertas, Automotores Navarro, La Agrícola Seguros, HM automotores, Prestige Automotores y Gorostiaga Automotores.

El Correcional de Mujeres Juan de Lara de Ciudad del Este tiene el apoyo permanente de Fujikura Automotive, que ha instalado talleres para capacitar y dar trabajo a la totalidad de las internas, unas 90.

El Centro Educativo Itauguá recibe cada mes donaciones de artículos de limpieza proveídos por la empresa Mahasa.

Asimismo, todos los lunes la merienda en el CEI está a cargo de La Vienesa, que dona bocaditos dulces y salados sobrantes de su producción del domingo. Como se trata de un aporte constante desde el año 2013, se ha convertido en un clásico y los chicos esperan con algarabía las facturas de los lunes.

“Los chicos están pendientes de eso. No te puedo explicar la alegría que sienten cuando llegan las masitas. Y la cantidad que nos envían a veces nos alcanza incluso para compartir con Virgen de Fátima (otro centro educativo)”, indicó.

Bacigalupo precisó que hay muchas otras empresas que aportan pero prefieren el anonimato.

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