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Los jueces Víctor Alfieri, Wilfrido Peralta y Lourdes Cardozo concluyeron de forma unánime que no se podía cuestionar a Ortiz la compra del avión Hawker debido a que la operación se realizó cuando el mismo estaba fuera de la función pública.
Sin embargo, el expiloto debía rendir cuentas sobre el pago del préstamo de US$ 350.000, de la compra de repuestos por US$ 40.000, pago de impuestos por G. 260 millones, de un giro de más de US$ 2.000 y de millonarios pagos en tarjetas de crédito realizados luego de su reingreso a la milicia.
Los egresos mencionados se registraron en el lapso comprendido entre marzo de 2005 y setiembre de 2006. En el referido período los ingresos de Ortiz no superaron los G. 75 millones.
“Llegamos a la conclusión de que el señor Félix Erico Ortiz con su conducta en el momento en que volvió a la función pública ha obtenido la propiedad y principalmente ha cancelado deudas y extinguió obligaciones que afectaban su patrimonio que sobrepasan sus legítimas posibilidades económicas”, había argumentado en su momento el juez Alfieri.
El tribunal había ordenado el decomiso del avión y remitido los antecedentes a la Fiscalía por la operación simulada de venta de la aeronave a la empresa Tsavo Inc. pero nunca hubo proceso. El avión no se ubicó. El último dato que se tuvo es que estuvo en Buenos Aires, Argentina.