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El “aire” no funciona en el sector y ya no está permitido ingresar artefacto alguno, por lo que deben utilizar aparatos obsoletos. Escasos ventiladores de mesa o de pie, la mayoría en deplorable estado, y abanicos, son los únicos recursos con que cuentan los funcionarios.
En estas condiciones, las audiencias y los distintos trámites se han convertido en un verdadero suplicio.
Idéntica situación afecta a niños y adolescentes que acuden al Departamento de Psicología Infantil para entrevistas, las cuales se hacen sumamente difíciles debido a la incomodidad en que se encuentran los presentes.
“Debido al calor reinante es imposible seguir trabajando en estas condiciones. (...) Vemos que en el piso donde están los ministros el aire funciona perfectamente, existe dinero para comprar armas pero no para brindar el mínimo de comodidad a nuestra gente”, dijo el abogado Alfredo Delgado, quien reune firmas para no usar traje.