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Díaz, de 44 años de edad, se encuentra preso desde el domingo 13 último, luego de denunciarse la desaparición de su esposa, de 25 años, oriunda de la ciudad de Ñemby.
La compatriota habría sido asesinada por su pareja el 1 de enero. Díaz reconoció que arrojó el cuerpo al mar, pero negó haber perpetrado el feminicidio.
Intentó alegar que encontró muerta a Romina, horas después de que ambos pelearan porque la joven quería venir al Paraguay para llevarse a sus dos hijos.
El diario El País de España publicó ayer que “la mujer lo denunció ante la Policía Nacional de Arrecife el 8 de agosto de 2018, dos días antes de casarse”.
“El 29 de diciembre, 48 horas antes de desaparecer, la joven acudió al hospital Insular de Lanzarote. Sin embargo, cuentan esas mismas fuentes, desconocen el motivo: “Tardaron en atenderla y la mujer se marchó sin que los médicos pudiesen verla”, añade la nota.
La publicación consignó que “desde este lunes buzos del Grupo de Especialistas de Actividades Subacuáticas (GEAS), un helicóptero de la Guardia Civil con base en Fuerteventura y embarcaciones del Servicio Marítimo provincial buscan los posibles restos de la joven”.
La búsqueda seguirá
El portal publicó que “el rastreo se extenderá todo el tiempo que estimen necesario. Además, ayer comenzaron la inspección del domicilio que compartían, la oficina donde él trabajaba y un coche que podría haber usado para mover el cadáver”.
Sobre el sospechoso, el diario El País reportó que “la Guardia Civil prevé que pase este miércoles a disposición judicial, a un juzgado con competencias en casos de violencia sobre la mujer –previsiblemente el Juzgado de Instrucción Número 1 de Arrecife– si se demuestra su implicación en los hechos o si confiesa la autoría de los mismos. Si no lo hace, se intentará ampliar el plazo otras 48 horas”.