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El atraco se produjo alrededor de las 22:00, cuando al menos cinco hombres fuertemente armados, con quepis y placas policiales irrumpieron en el edificio y redujeron a golpes a dos empleados de mantenimiento y a un grupo de oficiales retirados.
Los maleantes conocían perfectamente el movimiento interno de la institución y preguntaron específicamente por un botín de G. 600 millones que sabían había en el lugar.
En medio del atraco, los delincuentes lograron hacerse con G. 60 millones que había en la caja chica, pero increíblemente no vieron otro caudal de G. más de G. 500 millones que estaba apilado en la misma sala, pero tapado con solamente con un tejido, dijeron ayer los agentes de Investigación de Delitos que siguen el caso.
“Es más que obvio que son todos policías. No creemos que civiles se atrevan a asaltar ese lugar”, precisó uno de los investigadores, al tiempo de revelar que también desaparecieron cinco pistolas y un revólver.